Bastaba con leer la letra pequeña para darse cuenta de la verdadera naturaleza de tan sorprendente acción, pero la lógica indignación por el texto del anuncio cegó a muchos. Nos referimos a la última ocurrencia de Burger King, que ha desatado todo tipo de protestas al publicar en sus redes sociales una oferta de empleo para repartidores. Y es que los requitistos no podían ser más absurdos: estudios superiores o similares, aptitudes musicales, conocimientos de literatura, matemáticas, historia, geografía y política... En fin, todo un despropósito que ha encendido la polémica en redes sociales y los medios de comunicación.
Hoy sabemos que dicha oferta de empleo era parte de una campaña publicitaria (tal y como se leía en la letra del anuncio) con el fin de promocionar el recientemente implementado servicio a domicilio de Burger King.