El fin del semana del 21 al 22 de abril la marca de dentífricos Sensodyne instaló la pieza dental más grande del mundo en la Plaza de Callao de Madrid. Tan original acción tuvo como objetivo concienciar a la población sobre la necesidad de vigilar la salud dental y llamar la atención sobre el problema de la sensibilidad que afecta a un tercio de la población española. El diente gigante de Sensodyne tenía montones de pequeños agujeros que simulaban los puntos del diente expuestos a la sensibilidad y los ciudadanos rellenaron estos agujeros armados con enormes tubos de dentífrico y ayudados de unas grandes escaleras.
“Queremos que la gente se conciencie de la higiene bucal en estos tiempos de crisis, en los que descuidamos la visita al dentista”, declaró el portavoz de Sensodyne Miguel Ortega. Según los últimos datos Nielsen la mitad de la población no acude al dentista ni se realiza revisiones anuales, cifras que empeoraron desde que comenzó la crisis. Todos los ciudadanos que participaron en la reparación del diente gigante jugaron también en ‘la pasta que te gastas’, un concurso dotado con un premio de 2.000 euros para quien mejor conociera los hábitos de higiene dental.