La mayoría de los integrantes de la Generación Z están completamente enfocados en su educación, empiezan a tomar fuertes decisiones sobre su futuro, y cada vez tienen más autonomía sobre sus vidas. Además, no son muy leales a las marcas: tienen menos miedo al cambio; son más exigentes; tienen unas expectativas muy definidas y tienen un control total de la tecnología para buscar, comparar y actuar.
En las siguientes líneas trataremos de definir algunos de los mandamientos que rigen sus vidas y qué pueden hacer las marcas para conectar con ellos:
1. La Generación Z tiene su propio lenguaje y en la mayoría de los casos, vienen acompañados de imágenes y GIFs (¡Larga vida a los MEMES!). Palabras como “Bae” (término cariñoso), “Hype” (emoción o expectación), “Salseo” (cotilleo o rumor) o “Stalkear” (espiar a alguien en redes sociales), forma parte de su vocabulario habitual
Las marcas tienen que adaptar su lenguaje (visual, sonoro y escrito) para que los Z se sientan reconocidos y se identifiquen mejor con el mensaje:
2. Son autodidactas por naturaleza: ¿qué Zeta necesita tomar clases de maquillaje, cocina o bricolaje, cuando puede ver un video tutorial desde su propio móvil y gratis? YouTube se ha convertido en una de sus plataformas de referencia, en la que no solo consumen contenidos, sino que también los producen: son “Prosumidores”.
Cualquier marca que quiera conectar con ellos, tendrá que ofrecerles la posibilidad de crear algo y hacerles formar parte de ello (crear comunidad):
3. Procesan información más rápido que cualquier otra generación, debido al uso activo de aplicaciones como Tinder, Instagram y Snapchat. ¿El resultado? Un tiempo promedio de atención menor a ocho segundos.
Aquí las marcas disponen de poco tiempo para llamar su atención y conectar con ellos, por lo que hay que ser breves e impactantes:
4. Son capaces de trabajar en múltiples pantallas al mismo tiempo, si bien su atención no es la máxima. Están trabajando en un proyecto de la universidad en el ordenador, mientras escuchan música en Spotify, contestan a Whatsapps con el móvil y ven una serie con la televisión de fondo. Multi-MULTI-tasking.
Las marcas tienen que estar presente en todos los canales y formatos, ya que los Zetas no diferencian entre canales; para ellos, todo es parte de una misma experiencia:
5. No aceptan estereotipos ni etiquetas. Tienen una mentalidad muy abierta y piensan más allá de los conceptos binarios como “heterosexualidad/homosexualidad”, “hombre/mujer”, etc. Aceptan a las personas tal y como son y esperan que se les trate del mismo modo.
Esto significa que las marcas deben tener en cuenta a una audiencia mayor, y reflejar una realidad con la que cualquiera pueda sentirse identificado:
Los Zeta pisan con fuerza, y en las próximas décadas se convertirán en el grupo de consumidores de referencia. Sólo aquellas marcas que sepan comprenderles a fondo, serán las que logren ganar la batalla por su atención. ¿Preparados?