Internet ha cambiado por completo nuestra forma de consumir información. Y El Huffington Post es un ejemplo perfecto. Un sitio al que entras para mirar, yo qué sé, lo del Brexit, y no sabes muy bien cómo, acabas viendo vídeos de gente pegándose piñazos. Ésta es la idea en la que se basan las piezas creadas por la agencia de publicidad Pingüino Torreblanca con su característico sentido del humor.
El Huffington, por cierto, cumple cuatro años y va como un tiro. Cada vez lo lee más gente: una media de diez millones de usuarios únicos al mes y de 60 millones de páginas vistas. No está nada mal.