1. Piensa globalmente, actúa localmente y asume tu responsabilidad.
2. Deposita los productos higiénicos en la papelera. Bastoncillos, toallitas, compresas y similares causan daños en la red de saneamiento y pueden acabar en el mar.
3. Si te gusta pescar, sé cuidadoso con los aparejos. Si éstos caen al mar, los animales marinos pueden quedar atrapados en ellos.
4. Consume de manera responsable. Infórmate y decide.
5. Aplica en tus hábitos de consumo la regla de las tres "R": reduce, reutiliza y recicla.
6. Disfruta de la naturaleza con responsabilidad. No abandones tus colillas, envoltorios o cualquier otro residuo en la playa, los ríos o el mar.
7. Únete a la ciencia ciudadana. Para ello pueden ayudar a conocer mejor la cantidad, tipos y zonas de acumulación de las basuras marinas. Infórmate a través de la Asociación Española de Basuras Marinas.
8. Puedes recoger algún residuo que encuentres en tus paseos por la costa o unirte a las campañas locales de limpieza.
9. Educa a los niños y jóvenes en el respeto a la naturaleza. Y, con tu ejemplo, influye en tus amigos para evitar el abandono de residuos.
10. Cuando navegues, no tires tus residuos al agua.