Easter Camp, unas vacaciones de Semana Santa diferentes

VAUGHAN SYSTEMS, primer proveedor de inglés para ejecutivos y personal de empresa, propone a los niños y adolescentes una forma diferente de pasar las vacaciones de Semana Santa. Easter Camp es un programa dirigido a niños y jóvenes de entre 6 y 17 años que  introduce un elemento diferenciador en los campamentos convencionales de inglés, ya que los jóvenes conviven con angloparlantes, lo que les obliga a comunicarse en inglés en todo momento. El curso nace para dar respuesta a las demandas de muchos padres que quieren que sus hijos aprendan inglés de una forma efectiva y dinámica. Tiene lugar en el Albergue Rural "Balcón del Val" en Cerezo de Abajo, al Nordeste de Segovia, y transcurrirá del 10 al 17 de abril, aunque está previsto que también se retome en verano.

El mercado ofrece campamentos que combinan actividades deportivas y de multi-aventura con tres o, como mucho, cuatro horas de clase de inglés. Clases, por otro lado, tediosas, en grupos muy numerosos y aplicando un sistema tradicional en un entorno que lo que demanda es adaptar el método a las circunstancias; y éstas piden dinamismo, mucha rotación de profesores y, sobre todo, grandes profesionales. El programa de Vaughan Systems se distingue, entre otras cosas, porque los jóvenes comparten los dormitorios y las actividades con angloparlantes, lo que garantiza un contacto directo y continuo con el idioma y un intercambio de costumbres y culturas. De esta forma, tienen un contacto activo con el inglés de más de 70 horas semanales, de las que 24 se dedican a clases teóricas. Easter Camp combina las clases con actividades deportivas, culturales y de aventura: fútbol, tenis, baloncesto, frontón, piragüismo, manualidades, teatro, juegos, excursiones... Las plazas son limitadas a un máximo de 40 jóvenes. 

Las clases son muy dinámicas y están organizadas en grupos, teniendo en cuenta el nivel de conocimiento -desde principiante hasta avanzado-, y las edades. Cada grupo de diez jóvenes está atendido por tres profesionales: un profesor de inglés, un angloparlante de apoyo y un monitor de aire libre. Así se consigue un doble objetivo: por un lado, un seguimiento exhaustivo de cada participante y por otro, que se involucren al cien por cien en el "camp", puesto que en ningún momento tienen sensación de multitud en la que puedan perderse y no participar. De esta manera, se les ayuda a franquear las barreras auditivas y psicológicas, consiguiendo que ganen la seguridad necesaria para comunicarse en inglés en las situaciones que se les presenten.