Este año la tienda departamental John Lewis ha delegado en un perro la enorme responsabilidad de animar las fiestas navideñas. Un reto nada fácil, dada la incertidumbre política ocasionada por el Brexit, la victoria de Donald Trump y la dramática crisis de los refugiados en el mundo. El perro en cuestión es un boxer, se llama Buster y sólo quiere pasar un buen rato.
Creada por la agencia londinense adam&eveDDB, el spot está magníficamente realizado y protagonizado por una simpática pandilla de animalillos del bosque. Sólo hay un problema, que ya han apuntado algunos críticos de #bustertheboxer: revela el secreto mejor guardado de la historia, es decir, la verdadera identidad de Papá Noel. Juzgad por vosotros mismos: