La idea de la sede chilena de Unicef era disfrazar a un hombre de algodón de azúcar para atraer a los niños. Y vaya si surtió efecto: los chavales no pudieron resistir la tentación y no dudaron en acercarse al desconocido para comer un poco del dulce con el que estaba hecho su disfraz. La sorpresa llegó cuando el hombre se acercó a los padres para repartirles unos flyers con un mensaje contundente: "Así de fácil es atraer a un niño. Estemos alerta contra la pedofilia".
Esta original campaña de Street Marketing, puesta en marcha por la sede chilena del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia bajo el título "Sweet Trick", buscaba concienciar y alertar a los padres para que se impliquen en la protección de sus propios hijos contra los potenciales abusadores sexuales. Y es que, si nos atenemos al experimento puesto en marcha por el programa de televisión británico DayBreak, un pedófilo sólo necesita 90 segundos para lograr que un menor abandone el área de juegos de un parque y se vaya con él. De los nueve niños grabados, con edades comprendidas entre siete y once años, siete se fueron alegremente con el potencial abusador.