Más allá de una moda o de mensajes ‘buenrollistas’, la sostenibilidad debe ser un compromiso con los clientes y con la sociedad en la que se opera. No hay que subirse al ‘carro verde’ porque gran parte de los competidores hayan adoptado ese discurso ni integrarlo en el nuestro con una visión táctica y cortoplacista cuyo único fin es aumentar las ventas. Las marcas de automoción deben adoptar nuevos códigos de comunicación de forma valiente.
¿Y qué es ser valiente? La RAE lo define así: “capaz de acometer una empresa arriesgada a pesar del peligro y el posible temor que suscita”. Definición que nos viene al pelo, ya que la industria del automóvil se ha transformado en la de la movilidad: ya no importa tanto la posesión como el desplazamiento en sí.
Por lo tanto, valentía es la apuesta por la ecología y la sostenibilidad. No debe integrarse dentro de las políticas de RSC de una compañía, sino que debe ser un `driver´ importante en la estrategia, que condiciona el `funnel´ junto con los nuevos usos de los coches y los cambios sociales.
Ser valiente es ser honesto, comprometido, accesible desde el punto de vista del mensaje, y atractivo desde la forma. Ser valiente es mirar más allá del cortoplacismo y la táctica con objetivos comerciales. Ser valiente es ser coherente y que los mensajes que lancen las marcas de automoción se correspondan 100% con la realidad. Ser valiente es tener una visión, unos valores y una misión. Ser valiente es cumplirla.