"Trabajar para Maestra de Mahou es un reto y un privilegio, uno de esos momentos que pocas veces tienes la oportunidad de vivir en esta profesión: acompañar a una gran marca en su crecimiento", nos cuenta Amaro González, socio fundador de la agencia El Ruso de Rocky. "Nosotros ya trabajábamos para Mahou Cinco Estrellas, un histórico de la comunicación, y entonces nos propusieron lanzar un nuevo producto que, sin perder la esencia de lo que es Mahou, tuviera tanto su propio posicionamiento como su personalidad y que, además, marcase el primer paso de un movimiento hacia el futuro".
El reto estratégico y creativo fue inmenso, ya que hubo que crear “un lenguaje para una nueva marca que, además, contribuyera a ensanchar la percepción que el consumidor tiene de Mahou". ¿El privilegio?, "participar en la gestación de una marca, construir juntos Maestra, ser un equipo".