En los años 60 del siglo pasado, en Filadelfia, empezó a hablarse del Black Friday por el tráfico que se generaba el día siguiente de Acción de Gracias. Poco tiempo después, algún comerciante avispado advirtió de que ese término recién acuñado, el “Black Friday”, también valía para definir sus balances, porque empezaba la campaña de Navidad, y las cuentas, antes en rojo, empezaban a teñirse de negro.
Desde entonces, empezó a asociarse ese viernes después del cuarto jueves de noviembre (Acción de Gracias) con descuentos que se adelantaban a las compras navideñas. Así el término empezó a popularizarse primero en EEUU y luego, como casi todo, en el resto del mundo.
En España, el crecimiento del interés por el Black Friday ha sido exponencial:
Nos guste o no, en la España del siglo XXI empezamos el mes de noviembre con calabazas y disfraces de zombi, y lo terminamos con los “tremendos descuentos del Black Friday. Sin ir más lejos, el año pasado supuso:
Si atendemos a los datos de Kantar sobre campañas de televisión relacionadas con el Black Friday, en el mes de noviembre de los últimos años parece que los publicitarios han visto el filón:
Del mismo modo que el número de campañas, crecen los GRPs y las inserciones. Por cierto, dicho sea de paso, cada año cuesta más inserciones hacer un GRP... ¡Consecuencias de la fragmentación!
No sólo de televisión vive el publicitario. La evolución del número de creatividades relacionadas con el Black Friday ha sido muy importante en todos los medios:
Detrás de cada campaña, hay un anunciante y hay un sector, y estos también crecen. Empezamos en 2012 por Distribución, que parece el más claramente vinculado con el Black Friday. Media Markt fue el pionero, pero en 2016 tuvimos Black Friday en electrodomésticos, apuestas, belleza y hasta coches, todo es susceptible de un buen descuento.
Esta fue la distribución de creatividades relacionadas con el Black Friday en noviembre de 2016:
El Black Friday cada vez está más presente en nuestra vida, y cada vez compramos más online: quizá estén cambiando los patrones... No se puede decidir si digitalizarse o no, seremos digitales o no seremos. Pues en esto del “Black Friday”, lo mismo: