Knorr quiere concienciar a los consumidores del cuidado del medioambiente desde el campo hasta la mesa, presentando una guía de buenas prácticas y aportando una serie de consejos para seguir en la cocina. La guía explica el recorrido que siguen los ingredientes sostenibles desde el cultivo, la cosecha y la conservación hasta la mesa. Durante todo el proceso, se preservan los recursos naturales y el sabor de los alimentos que llegan al hogar del consumidor, que también se puede sumar a este recorrido sostenible.
Ana Palencia, directora de comunicación de Unilever y Responsable de RSC en Europa explica: “Queremos que la sostenibilidad sea algo cotidiano y concienciar a la sociedad de la importancia del origen de los alimentos: el respeto a la naturaleza se saborea en los alimentos que se sirven en la mesa”.
Consejos para cocinar de forma más sostenible
- Ahorro y aprovechamiento del agua: Para hervir 100g de verdura se necesita aproximadamente 1⁄2 litro de agua, el agua tiene que cubrir la verdura. A la hora de hervir 100g de pasta, se precisa 1 l. de agua. Además, también es importante reaprovechar el agua en la cocina: por ejemplo, elaborando un caldo con el agua que se ha utilizado para hervir.
- Escoger productos de temporada: Escoger productos de temporada permite consumir cada producto en el momento que la naturaleza nos lo ofrece, evitando consumo de energía para su conservación (congelador, por ejemplo).
- Ahorro energético: En primer lugar, instalar sistemas eficientes, como placas de inducción; evitar pérdidas de calor: utilizando ollas y sartenes del tamaño de la placa y tapando las ollas para que no se pierda calor. También hacer un uso racional del horno, aprovechando su espacio y ajustando los tiempos de cocción.
- Electrodomésticos: Adquirir electrodomésticos de máxima eficiencia energética, identificados con sello A+++ o adaptar la temperatura de la nevera al clima (cuando bajen las temperaturas, aumenta la temperatura y vuelve a bajarla cuando comience a hacer más calor. La temperatura de la nevera debe estar entre 3 y 5 grados centígrados y la del congelador entre -18 y -15) son prácticas que contribuyen a ser más sostenibles.
- Evitar el desperdicio alimentario: Aprovechar las sobras para cocinar otros platos (sopas, huevos rellenos, canelones, croquetas, empanadillas...) o congelar para alargar la vida de los alimentos, etc., son consejos que reducen el desperdicio alimentario.
- Reducir y reciclar los envases: La alimentación genera multitud de envases diarios por persona. Adquirir productos con menos envases y embalaje, y con envases reciclables contribuirá notablemente a reducir el número de envases que se generan. Además, realizar un buen reciclaje de los envases y residuos en sus correspondientes contenedores es de gran importancia.
- Cocinar recetas saludables y sostenibles: Se trata de optar por recetas que a la vez que saludables son sostenibles ya que se elaboran teniendo en cuenta los puntos anteriores: optimizar las técnicas de cocción, ahorrar agua, reaprovechamiento de alimentos e ingredientes, etc.