"Según nos comunica la Gerencia de Televisión Española, a partir del 25 de febrero próximo, por decisión superior, no se admitirá ninguna publicidad de bebidas alcohólicas en las que aparezcan damas en acción de beber o portando copas o botellas". Estas inquietantes palabras han sido recogidas de un artículo firmado por la publicista Maya López y publicado en el número de la revista Control correspondiente al mes de febrero del año 1970.
De esta drástica medida, tomada por "decisión superior" -o sea, por Franco- a finales de la década de los sesenta, podemos sacar dos conclusiones obvias: por un lado, el ya agonizante régimen franquista quería seguir relegando a la mujer a un papel secundario en la sociedad y prioritario en el hogar; y, por otro lado, la censura seguía poniendo a prueba el talento de los creativos españoles para esquivar las absurdas prohibiciones de la dictadura. Y es que, tal y como concluía Maya López desde las páginas de Control, "¡hay que pensar tanto y ser tan listo para comunicar la propuesta de compra teniendo en cuenta todo lo que no nos deja hacer o decir televisión!".
Si bien las palabras de la colaboradora de Control reflejaban aires de cambio, lo cierto es que a lo largo de la década de los sesenta las mujeres brillaban por su ausencia - o escasa presencia- en las oficinas de la industria -secretarias aparte- y destacaban como mero "elemento decorativo" en la mayoría de las campañas. Y para muestra un botón: el 12 de julio de 1965 el Club de la Publicidad celebró la "Noche de la Publicidad", en el trascurso de la cual una tal "señorita Baeza" fue elegida Miss Publicidad en base a su belleza. ¿Elegirían también a Mr. Publicidad? Pues va a ser que no.