No me llames por favor

Una lista llamada "do not call list" iba convertirse en el sueño de muchos ciudadanos hasta que un tribunal federal de Oklahoma decidió parar el proyecto. Se trataba de un registro donde más de 50 millones de ciudadanos se habían apuntado para evitar las llamadas  no deseadas de empresas de telemarketing y faxes dando a conocer ofertas para vacaciones, tóner barato o seguros. Las empresas que incurrieran en llamadas a los registrados en dicha lista se enfrentarían a multas de 11.000 dólares. Pero el problema llegó cuando un tribunal federal de Oklahoma consideró que la Comisión federal de Comercio se había pasado de la raya,  ya que el Congreso no había dado su autorización expresa. El juez dictaminó que la agencia solo puede prohibir las prácticas abusivas y en ningún caso filtrar las llamadas. La Comisión Federal de Comercio recurrió la decisión y pidió que se mantuviera  en suspenso para que el servicio se pusiese en marcha en la fecha prevista. Ante esto, la Asociación Nacional de Telemarketing trata de luchar en los tribunales aduciendo que este registro ataca a la libertad de expresión. A la espera de una resolución, la polémica está servida.