La acusación en concreto se describe como “mala conducta personal” (personal misconduct en inglés) y si bien Martin Sorrell reconoce que WPP está en la obligación de investigar el caso, proclama a los cuatro vientos que es cien por cien inocente de las acusaciones que sobre él se están vertiendo. Lógicamente, a pesar de su cargo como CEO de WPP, Sorrell no puede ser parte activa de la investigación que se está llevando a cabo por un equipo formado específicamente para casos como el que aquí se describe.
Hasta el momento la información sobre la acusación es más bien escasa y ni siquiera el prestigioso Wall Street Journal ha podido indagar más allá de establecer que lo que se está averiguando es si Sorrell hizo un mal uso de activos de la compañía.
La noticia, en cualquier caso, no deja de ser sorprendente si nos atenemos al hecho de que en 2016 el CEO de WPP recibió solo en bonus 41 millones de libras y el año pasado, si bien esa cantidad se redujo sustancialmente, se quedó en unos nada desdeñables 10 millones.