Esta original máquina dispensadora de cuentos cortos es una propuesta que, además de alentar a las personas tanto a leer como a escribir, promociona nuevos autores de la comunidad de Short Édition. Todos los cuentos son escritos por autores de esta comunidad y distribuidos al azar.
A pesar de que el proyecto comenzó en París (en el aeropuerto Charles de Gaulle), se ha difundido a varias zonas del país y ha llegado recientemente a EE.UU, donde hay máquinas instaladas en San Francisco, Massachussets, e incluso, en el restaurante de Francis Ford Coppola.