La campaña, desarrollada íntegramente por Vitruvio Leo Burnett, dramatiza de forma simpática el “aburrimiento” de un niño en la hora del recreo mientras el resto de sus compañeros se divierten y almuerzan barritas Choco Krispies… En paralelo, una madre comenta emocionada las cualidades de la barrita y lo tranquila que se siente precisamente porque sabe que dándole a su hijo una barrita Choco Krispies se asegura que su hijo se coma el almuerzo que preparan las madres, aunque ellas no estén delante para obligarles.
De pronto, una voz en off corta el discurso de la madre: “siempre que no se te olvide”. Y es ahí donde todos los elementos conectan: vemos la cara de aburrimiento del primer niño y la emoción frustrada repentinamente de la madre al darse cuenta que esa mañana olvidó ponerla en la mochila de su hijo…