Tras fracasar en el intento de comprar los preciados trofeos de los Premios ADG Laus 2022 en distintas agencias, estudios y productoras, la agencia creativa Snoop decidió intentarlo a lo bestia: sobornando al jurado. No es muy legal, está claro, pero algunas veces el fin justifica los medios. Por cierto, la agencia agradece a los miembros del jurado su paciencia, ya que aguantaron estoicamente las acometidas de su “diseñador” con pocos principios.
Y claro, después del pecado, viene el arrepentimiento. Y qué mejor para sanarse, que acudir a la casa del Señor.