Aristocrazy celebra su imagen renovada en un espacio inmersivo

Las acciones de Aristocrazy para presentar su nuevo posicionamiento de marca alcanzan su punto álgido en The Loft, un espacio efímero creado para materializar su rebranding y sumergir a los visitantes en su nuevo universo de marca. Concebido como una experiencia 360º, Aristocrazy tradujo la nueva identidad de la firma en un recorrido sensorial, estratégico y contemporáneo.

Este nuevo universo visual, articulado a través de su nuevo tono de morado, su nuevo logotipo y su visión de futuro siempre en movimiento, se convirtió en la estructura conceptual y estética del espacio.

El recorrido comenzó con un pasillo curvo, símbolo del viaje de transformación de la marca. Un degradado ascendente condujo a los visitantes hacia el nuevo morado Aristocrazy, anticipando el lenguaje visual que define esta etapa.

La segunda sala se transformó en un gabinete de curiosidades que reunió pasado, presente y artesanía. Un artesano en directo —símbolo del compromiso de Aristocrazy con la calidad en sus procesos de creación— y una pantalla con contenido histórico, mostraron cómo la firma continúa evolucionando sin perder su esencia.

El corazón del espacio fue el Take Over del Monograma, donde el nuevo símbolo de Aristocrazy adquirió un protagonismo absoluto. Un asiento central inspirado en su forma y una escultura cinética creada específicamente para el evento por @esto_estudio, reflejaron su papel como eje del nuevo universo visual de la marca.

A continuación, los visitantes accedieron a una infinity room de espejos con una proyección 360º del color, el logotipo y el monograma. Este entorno inmersivo elevó aún más la nueva imagen de marca, ofreciendo una experiencia sensorial que materializaba la visión de futuro de Aristocrazy.

El recorrido terminaba en el área de Closing & Celebration, un espacio vivo que cambió de piel a lo largo del día. Por la mañana se convirtió en un rincón de estancia donde disfrutar de café de especialidad a un ritmo más pausado. Por la noche, ese mismo escenario evolucionó hasta transformarse en una pista de baile presidida por la cabina de DJ integrada en una estantería repleta del nuevo packaging.

Con este espacio, Aristocrazy pudo mostrar a algunos de los miembros más cercanos de su comunidad un espacio en el que descubrir la prometedora trayectoria estética y conceptual de la marca en este nuevo capítulo de su historia.