Ballantine´s organiza una fiesta para un joven con solo 500 seguidores

“La Fiesta de Paco”, una campaña desarrollada por Dentsu Story Lab e iProspect, es la respuesta de Ballantine´s a un comentario que pedía “menos villas con influencers y más fiestas para gente normal”.
Ballantine’s lleva años construyendo sobre su plataforma de marca “Stay True” una invitación a ser uno mismo, sin filtros ni poses. Sin embargo, en los últimos años, el territorio de las fiestas se ha llenado de exclusividad, filtros y fiestas con las mismas caras de siempre: influencers. Esta tendencia ha diluido la diferenciación entre las marcas y ha generado descontento entre los consumidores.
Durante una de esas grandes fiestas en una villa, organizada por Ballantine’s y repleta de creadores destacados, surgió un comentario en redes sociales que llamó la atención de la marca por su sencillez y honestidad: "Menos villas y más fiestas para gente normal". Este comentario fue realizado por Paco, un joven malagueño con apenas 500 seguidores. En sus palabras, la marca encontró la esencia más auténtica de "Stay True".
La respuesta de Ballantine’s fue inmediata y con un toque de ironía: "¿Qué quieres, que te la hagamos a ti?" A lo que Paco respondió: "No hay huevos". Y así comenzó "La Fiesta de Paco", una campaña reactiva narrada en varios capítulos en Instagram que sigue el proceso real de la creación de una fiesta para alguien anónimo, pero 100% auténtico. Todo lo que pidió, se intentó hacer realidad con la colaboración de las agencias Dentsu Creative Lab e iProspect.
Primero, Paco fue convocado a las oficinas de la marca para conocerse y empezar a diseñar su fiesta. Entre sus peticiones había una en apariencia sencilla: hacer unos carteles para invitar a todo el mundo. Pero Ballantine’s decidió hacerlo a lo grande. Así que Málaga, la ciudad de Paco, amaneció empapelada con su cara invitando a su fiesta: mupis, cartelería, medianeras... hasta una lona en pleno centro de la ciudad.
Pero la cosa no se quedó ahí. La cara de Paco apareció en una de las pantallas más grandes de Times Square para invitar a toda la ciudad de Nueva York. La marca decidió mostrarle esto en persona, llevándolo a Nueva York para capturar su reacción más auténtica y seguir alimentando el storytelling de la campaña.
A la campaña gráfica de exterior y al ecosistema de contenidos en redes sociales, se sumaron contenidos digitales en colaboración con Cabronazi, Cultura Inquieta, una entrevista a Paco en Los40 y una acción especial en Spotify con audios de WhatsApp de Paco en formato cuñas y una lista de canciones diseñada por él mismo.
Finalmente, llegó el gran día: "La Fiesta de Paco", celebrada en la discoteca más grande de Málaga, Santa Rita Superdisco. Paco también pidió una entrada triunfal en trono, llegar en limusina, vestir a su madre y a sus tías como si fueran a los Oscar, un photocall con fotos embarazosas de sus amigos, una zona VIP donde jugar al FIFA, el show de un saxofonista callejero al que admira, un barbero de su barrio para cortar el pelo en plena fiesta, camisetas y vasos con su cara, un duelo de bailes, bocadillos camperos para la recena, un DJ de renombre (DJ Chimeno) y hasta la posibilidad de pinchar él mismo algunos temas.
Ballantine’s cumplió y la gente respondió: se agotaron todas las entradas y cientos de personas terminaron coreando el nombre de Paco, pidiéndole fotos, autógrafos y convirtiéndolo por una noche en el alma de una fiesta tan absurda como verdadera. Como él mismo dijo: "Hermano, no hay nada más surrealista que salir del trabajo y verte en una lona gigante".
"La Fiesta de Paco" ha sido mucho más que una acción puntual con resultados orgánicos increíbles; es una declaración de principios de una marca que ha querido recordarnos que la autenticidad no se mide en seguidores, que la fiesta también es un espacio donde ser uno mismo y que las mejores historias no siempre nacen del algoritmo.
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