Medio especializado en marketing, publicidad y comunicación
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Aunque los regalos promocionales se pueden hacer en distintos momentos del año, el verano es sin duda el más importante. Cuando tus clientes estén de vacaciones y encuentren que el regalo que les ha dado la empresa les ha sido útil e incluso les ha mejorado su experiencia y se han sentido satisfechos, se acordaran de la empresa que les ha hecho el regalo y pensaran que, sin lugar a dudas, es una empresa que se preocupa por el cliente y les cuida.
Hay muchos tipos de regalos promocionales para el verano. Lo mejor es regalar algo que sea útil, algo que vayan a usar con frecuencia. Como más se preocupe la empresa por conseguir la satisfacción de su cliente, más compromiso mostrará con la marca.
Hay que tener en cuenta el poder añadir el logo de la empresa, que sean regalos económicos y que sean productos de calidad, no hay nada peor que un regalo que se rompe a mitad de unas vacaciones.
Los sombreros de paja son muy comunes porque son originales, les puedes poner una cinta con el logo de la empresa y, por supuesto, protegen del sol a su portador. Además, hay sombreros de paja de distintas formas y tamaños, así que hay donde escoger.
Las palas de playa y frisbees son un regalo perfecto para los clientes que tengan hijos. No hay nada como jugar en familia y ver como los hijos disfrutan del verano y pasan buenos momentos con sus padres. En las vacaciones de verano se crean buenos recuerdos y jugar con tu hijo en la playa con unas palas o con un frisbee puede ser de los mejores.
Las bolsas nevera son muy útiles para el verano. Poder disfrutar de unos refrescos en cualquier viaje sin que estos acaben calentándose es esencial para pasar unas buenas vacaciones. Además, tu empresa estará haciendo publicidad cada vez que lleven la bolsa con ellos.
Los abanicos pueden parecer un objeto poco publicitario porque uno sólo lo saca cuando tiene calor, pero la verdad es que el ruido tan característico que hacen al abrirse y el movimiento que se hace al abanicarse, hace que inconscientemente la gente mire hacia ese objeto que llama la atención. El abanico con el logo de la empresa hará que la gente se fije en él y, por supuesto, evitará que tu cliente sufra el calor del verano con un poco de aire.
Si tus clientes son de ir a la playa y ponerse bajo la sombra, regálale una sombrilla. Las sombrillas, por lo general, baratas, que compra la gente, se rompen con facilidad y, normalmente, por el viento. Uno siempre acaba con algunas varillas de la sombrilla rotas. Así que una sombrilla siempre viene bien y dará publicidad constante durante todo el tiempo que el cliente esté en la playa.
Otros productos como toallas de playa, colchonetas hinchables, gafas de sol, pelotas de playa… pueden ser una buena opción.
