Un tour especial por Madrid
La empresa Nutricare participó, junto con Viajes el Corte Inglés, en un peculiar recorrido turístico en el que la ciudad se convirtió en escenario real de emblemáticos personajes de época de la mano de la agencia Animadamente
El rey Carlos III, Quevedo y Góngora, Tristán e Isolda, Daoiz y Velarde, Cibeles, la Baronesa Thyssen... son sólo algunos de los nombres que protagonizaron la divertida y original jornada turística que vivieron los más de 600 miembros de la empresa de productos dietéticos Nutricare.
Se trató de un paseo espectáculo en el que la ciudad hizo las veces de escenario vivo y real, poblado de historias cuyos protagonistas se sumaron a la comitiva. La jornada comenzó en el Hotel Palace, donde los comensales fueron sorprendidos por los personajes de la Corte de Carlos III. El rey, la reina, los lacayos y otros protagonistas memorables del siglo de Oro español, como Quevedo y Góngora, así como los héroes del 2 de Mayo, Daoiz y Velarde, y también personajes mitológicos, como Cibeles, o incluso celebridades de nuestros días, como la Baronesa Tissen; todos hicieron su entrada en el gran salón del hotel, protagonizando una disparatada representación en la que interactuaban con el público. Al final, los originales guías de Animadamente, un grupo de chulapos de época, entraron al ritmo de un chotis, y tras un divertido diálogo, se llevaron a los asistentes por grupos a recorrer Madrid en una visita turística fuera de lo común.
Parte del recorrido se hizo en autobuses, en los que los visitantes iban acompañados por uno de los guías, que les iba explicando los rincones más interesantes de la ciudad. De vez en cuando, el autobús paraba para recoger a personajes importantes de alguna época de Madrid, que tras un alocado diálogo con los asistentes, volvían a bajar.
El Palacio de Oriente y sus alrededores fueron parte de la visita que los diferentes grupos hicieron a pie. Allí les esperaban varias actuaciones-sketches que causaron gran expectación: una lucha de espadachines entre Góngora y Quevedo, una poética declaración de amor entre Tristán e Isolda o un chotis entre auténticos chulapos, con barquilleros incluidos.
Música, arte y cultura llenaron las calles y lugares por los que pasaron. Finalmente, los asistentes regresaron a los autobuses de vuelta al hotel. Por el camino, y para acabar la jornada, participaron en un quiz cultural sobre lo aprendido.
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