WeRoad, reuniendo viajeros para descubrir el mundo

Ctrl.- ¿Cómo nació WeRoad y cómo ha evolucionado hasta el día de hoy?

Laura Pérez, Country Manager de WeRoad.- En 2017, en Italia, nació WeRoad de un sueño compartido por Paolo De Nadai, Fabio Bin y Erika De Santi: llevar a la mayor cantidad posible de personas a descubrir el mundo. Hoy seguimos firmes en nuestro objetivo, construir la comunidad de viajeros millennials más grande y apasionada, ofreciendo experiencias emocionantes y destinos increíbles. Estamos orgullosos de haber llevado a más de 100.000 viajeros a explorar distintos rincones del mundo. En menos de una década hemos logrado expandirnos internacionalmente a España, Francia, Alemania y el Reino Unido, demostrando una trayectoria breve pero llena de logros significativos.

¿A quién está dirigida vuestra propuesta?

En concreto a los millennials, segmentados en dos franjas de edad: entre los 25 a 35 años y los 35 a 49 años. Se organizan grupos de entre 8 y 15 personas con intereses afines y con el mismo espíritu de viaje. Esta generación tiene un modo de vida que en ocasiones dificulta la planificación de las vacaciones entre amigos, lo que nos lleva a ofrecer soluciones que se adapten a esta dinámica generacional. Los millennials buscan experiencias de viaje auténticas, locales y personalizadas, donde puedan conectar con el entorno y sus habitantes. Por este motivo, WeRoad ofrece viajes en grupos reducidos, donde la edad y los intereses son la clave, permitiendo a los viajeros unirse solos o con sus amigos.

El sector Travel es uno de los que ha entrado en auge tras la pandemia. ¿Cuál consideráis que es vuestro valor diferencial ante tanta competencia?

La pandemia provocó una transformación radical en el sector travel. A pesar de las dificultades iniciales, ha supuesto un cambio en el comportamiento de los consumidores generando una necesidad aún más arraigada de explorar el mundo. En este contexto WeRoad ha encontrado su valor diferencial, entendiendo que cada viajero tiene necesidades, deseos y expectativas únicas. Por eso, hemos apostado por la personalización y customización de viajes con el desarrollo de diferentes “travel moods” que se adaptan a los diversos perfiles de viajeros. Desde viajes de Trekking para los que disfrutan recorriendo kilómetros, hasta destinos Safari para quienes buscan rodearse de naturaleza y animales. Otro aspecto fundamental es la combinación de lo digital con el factor humano. Si bien nuestra plataforma tecnológica permite una interacción fluida y conveniente, nunca perdemos de vista la importancia del contacto humano. Desde el momento en que un viajero conecta con WeRoad, se integra en una comunidad de viajeros donde se forman relaciones auténticas y duraderas que no solo enriquecen la experiencia de viaje, sino que también crean conexiones significativas que perduran más allá del viaje en sí mismo. Esto es lo que nos distingue en un mercado tan competitivo.

¿Cuáles son los principales retos a los que os enfrentáis?

Uno de nuestros recientes desafíos es integrar la inteligencia artificial en el sector turístico sin comprometer la autenticidad y la conexión humana. Justo estamos inmersos en el desarrollo de un proyecto innovador que aprovecha nuestra propia IA para mejorar la interacción y rapidez en la respuesta sin perder la cercanía con nuestros clientes.

¿Qué objetivos tenéis a corto y largo plazo?

En el corto plazo, priorizamos mantener a las personas y la cultura en el centro de nuestra organización, ya que un equipo comprometido y una cultura sólida son fundamentales para un éxito continuo. Además, nos comprometemos a ofrecer experiencias excepcionales para nuestros viajeros, asegurándonos de que cada interacción con nuestra marca sea memorable y satisfactoria, fomentando la fidelidad y la recomendación. A largo plazo, aspiramos a reforzar nuestro liderazgo en el mercado europeo en los próximos cinco años consolidándonos como el proveedor referente de experiencias de viaje, lo que nos permitirá expandirnos a otros mercados. Queremos ser reconocidos no solo como un proveedor de viajes, sino como un espacio donde las personas se unen y construyen relaciones significativas, una comunidad viajera.