9 de cada 10 familias publican fotos de sus hijos menores

La cooperativa de telecomunicaciones éticas Somos Conexión valora de manera positiva el anuncio del Ministerio de Juventud e Infancia sobre la elaboración de una normativa destinada a regular la práctica conocida como sharenting, que consiste en la difusión pública de imágenes, vídeos e información personal de menores en redes sociales por parte de sus progenitores o tutores. La futura regulación, actualmente en fase de consulta pública, busca reforzar la protección de la identidad digital de niños, niñas y adolescentes, así como establecer obligaciones claras para prevenir su sobreexposición en entornos digitales.

Según los datos del propio Ministerio, la sobreexposición temprana en internet puede tener efectos significativos en el bienestar emocional de los menores, incluyendo ansiedad, estrés y pérdida de control sobre su propia identidad digital. La ministra Sira Rego recientemente destacó que el entorno digital “ha venido para quedarse” y que requiere “regulación y garantías de derechos para niños, niñas y adolescentes”.

La preocupación por la presencia digital de los menores se refuerza con estudios recientes. Según un análisis de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), aproximadamente el 81 % de los bebés tiene presencia en la red antes de cumplir seis meses, lo que evidencia que la huella digital se inicia de manera muy temprana y que los niños pueden ser expuestos sin tener capacidad de decidir sobre su propia imagen.

"Estos datos demuestran la urgencia de contar con un marco legal que reconozca a los menores como sujetos plenos de derechos digitales. Es fundamental que puedan decidir, en la medida de su desarrollo, sobre su presencia en internet y que las familias comprendan los riesgos de la sobreexposición desde los primeros meses de vida", destaca Idoia Miranda, coordinadora del proyecto "Crecer en un mundo de pantallas" de Somos Conexión.

Los informes oficiales señalan, además, que alrededor del 72% del material incautado en operaciones policiales contra delitos de abuso y explotación infantil proviene de imágenes compartidas originalmente en contextos familiares, muchas de ellas sin intención sexual, lo que evidencia el riesgo de que publicaciones cotidianas sean reutilizadas en entornos delictivos. "No se trata solo de proteger la privacidad de los menores, sino de establecer responsabilidades claras para las plataformas digitales y los creadores de contenido. Las familias no pueden asumir solas la protección de sus hijos en internet; las empresas tecnológicas deben colaborar activamente para garantizar que su uso sea seguro y responsable", añade Miranda.

El sharenting es hoy una práctica ampliamente extendida. Estudios europeos, como el EU Kids Online, confirman que aproximadamente un 89% de las familias publica contenido sobre sus hijos sin solicitar su consentimiento ni tener plena conciencia de las implicaciones legales, psicológicas y de seguridad asociadas. La situación es particularmente preocupante cuando las imágenes de los menores se utilizan con fines comerciales, como ocurre en perfiles de creadores de contenido que monetizan la presencia digital de los niños.

La organización defiende que, además de establecer límites legales, la regulación debería ir acompañada de programas públicos de alfabetización digital dirigidos a las familias, con el objetivo de que comprendan los riesgos asociados a la sobreexposición y aprendan a gestionar de manera responsable la presencia digital de sus hijos. "El uso consciente y seguro de la tecnología es una corresponsabilidad compartida entre hogares, instituciones públicas y empresas tecnológicas. Solo así podemos garantizar que el desarrollo digital sea seguro y respetuoso con los derechos de la infancia", indica la coordinadora del proyecto "Crecer en un mundo de pantallas".

Finalmente, la cooperativa valora positivamente que la consulta pública abierta por el Ministerio de Juventud e Infancia permita la colaboración de entidades especializadas en protección infantil, asociaciones de consumidores, expertos en derechos digitales y operadores responsables. Somos Conexión reafirma su compromiso de aportar conocimiento técnico y experiencia en alfabetización digital, con el objetivo de contribuir al desarrollo de un marco normativo sólido que garantice la protección de la identidad digital de los menores y asegure la compatibilidad del avance tecnológico con los derechos fundamentales de la infancia.