Taylor Rules, para bien o para mal
Ponerse a escribir sobre Taylor Swift significa, en primer lugar, alejarse de todo el ruido mediático que la rodea y abstenerse de ponerse a su favor o en su contra. Dicho esto, y una vez hemos establecido que no somos ni "Swifties" ni "Haters", lo que queremos analizar es a la artista, o mejor deberíamos decir, a la multinacional en la que se ha convertido la que para muchos ya es la "celebrity" de mayor impacto a nivel mundial.
Taylor Swift, como bien saben tanto sus fans como sus detractores, empezó en esto de la música a muy temprana edad interpretando música country. Originaria de una población del estado de Pensilvania llamada Wyomissing, se mudó a Nashville (Tennessee) a los 14 años para solidificar una carrera musical que había empezado un par de años atrás cuando con tan solo 12 ya escribía sus propias canciones. Tras tocar en clubs y bares locales firmó su primer contrato discográfico con Big Machine Records. El año era 2005; en 2006 lanzaba su primer álbum, de nombre Taylor, que se convirtió en tiempo récord en un éxito comercial y de la crítica.
A este primer álbum le siguieron nueve discos más de estudio con los que ha batido todos los récords habidos y por haber. En la actualidad la cantante, compositora, empresaria y actriz ocasional (en definitiva, artista multidisciplinar) lleva amasada una fortuna valorada en 1.100 millones de dólares lo que la convierte en la quinta mujer más poderosa del mundo; nada mal con 33 años.
Un impacto que incluso impulsa la economía de su país
A día de hoy lo que muchos se preguntan es en qué momento esta cantante que podría situarse al nivel de contemporáneas suyas de mucho nivel como Beyoncé, Kate Perry, Dua Lipa o Miley Cirus, por mencionar a cuatro de las primeras que nos vienen a la cabeza, se convierte en un fenómeno de masas de tal magnitud que la mismísima Reserva Federal estadounidense confiesa que ha ayudado a mejorar la economía de su país y buena parte de la global. Quizá la respuesta haya que buscarla en las casi 250 canciones que ella misma ha compuesto durante sus 17 años de carrera, los cientos y cientos de conciertos que lleva a sus espaldas desde que comenzó en pequeños locales de Nashville (solo la “The Eras Tour” actual supera a día de hoy los 150), o los 475 millones de seguidores que tiene en redes sociales a pesar de ser bastante hermética en cuanto a publicaciones, y ya no digamos entrevistas (no se recuerda la última que concedió).
El impacto es tal que en Spotify ha sido capaz de destronar a Bad Bunny y convertirse en la primera mujer que ocupa esa posición con una cifra de escuchas que supera los 26.000 millones (hace poco en un artículo de El País se decía que su impacto en la plataforma es como si cada habitante del mundo hubiera escuchado tres canciones suyas).
Taylor+NFL= la combinación USA perfecta
Taylor Swift es uno de esos personajes que va a contracorriente en el sentido de que mediaticamente solo habla a través de su música. Como comentábamos unas líneas atrás hace años que no concede una entrevista y nunca presta su imagen ni a marcas ni a campañas publicitarias. Sin embargo, el pasado mes de julio empezaba a saltar la “bomba” que la cantante y el jugador de la NFL Travis Kelce podían ser pareja. Al parecer el “tight end” de los Kansas City Chiefs había acudido a uno de sus conciertos de la “The Eras Tour” y allí empezó un romance que ha hecho saltar por los aires el mundo de la farándula de aquel país. Y es que, ¿qué puede haber más “yanqui” que una cantante de country saliendo con un jugador de fútbol americano?
Está por ver si esta relación perdurara en el tiempo o quedará como una simple anécdota en la línea de lo ocurrido allá por 2012 cuando la cantante salió unos meses con el “rompecorazones” Harry Styles. Pero, en cualquier caso, en estos momentos, el fenómeno de masas que ya era ha subido un peldaño más y cuando las cámaras de la ESPN o la Fox la enfocan en el Arrowhead Stadium (casa de los Chiefs) la gente se vuelve absolutamente loca.
No olvidemos, además, que como apuntábamos en la entradilla, estamos ante una “celebrity” de las más vilipendiadas por algunos de sus contemporáneos y por seguidores de otros artistas que literalmente “no la tragan”. Nadie olvida el desplante que ante todo el mundo el “loco” de Kanye West le brindó al entregarle un premio en los MTV Video Music Awards en 2009, pero sea como fuere, lo que ha demostrado hasta hoy la cantante es que su talento está fuera de toda duda y que ha logrado como nadie elevar la música pop (con un toque country) a los altares de la música moderna.