Poniéndome en la piel de un anunciante, presupondría que una agencia independiente base sus fortalezas en el servicio, en la flexibilidad y la implicación de la propiedad y de su equipo directivo. Si tuviera que reducir a dos de los aspectos que más inquietan a un anunciante cuando hablamos de medios, uno sería no desperdiciar ni un solo euro en audiencias equivocadas y, el otro, ser relevante para su core target. Lo primero tiene mucho que ver con análisis, estrategia y optimización, algo muy de nuestro ADN. Lo segundo, con potenciar la idea creativa que la marca ha creado y convertirla en una experiencia memorable para las audiencias que nos obliga a pensar en algo más allá de los medios y saber integrar otras disciplinas.
Por eso, llevamos más de 13 años evolucionando. Como agencia indie nuestro compromiso sigue intacto, pero de no haber invertido en tecnología, en talento o no haber tenido claro que para entregar estrategias diferenciales debemos entender los retos de nuestros clientes, trabajar de forma colaborativa con sus equipos y con los de sus partners e impactar de forma positiva en su negocio, no estaríamos en esta situación.
Y encima, esta mañana, me he sentido muy orgulloso del sector independiente. Las agencias de medios indies han generado el 18% del volumen total del nuevo negocio siendo el tercer player más importante. (Estudio NB Scopen 2022).