Brigitte Macron: Heroísmo contra la estupidez

Brigitte Macron ha decidido llevar a los tribunales una de las teorías conspirativas más absurdas y transfóbicas que circulan en Internet. Su gesto va más allá de lo personal: se convierte en un símbolo de la lucha entre la inteligencia y la estupidez en la era de la desinformación.
Brigitte ha tomado una decisión. Si se tratara solo de una decisión sobre su vida privada podríamos permitirnos el lujo de vivir ajenos a las razones por las que se toma y las consecuencias que acarrea. Al fin y al cabo, todos tenemos vida privada (por ahora), y problemas que resolver dentro de ese ámbito que no incumben a los extraños, ni mucho menos a la opinión pública. Pero la decisión de Brigitte es mucho más que eso. Es un símbolo. No sería extraño que sea precisamente su carácter simbólico y ejemplar lo que la haya impulsado a tomarla; porque sin eso, probablemente lo mejor para ella y su marido hubiera sido no meterse en el lío en el que se van a meter. O sea, que no lo hace solo por ella, sino por todos nosotros y nosotras, los que defendemos un mundo en el que la calumnia y el infundio no queden impunes, y menos aún si la difamación se hace con fines crematísticos en nombre de la libertad. O sea, un mundo mejor.
Al que se sacrifica por el bien de la comunidad se le llama héroe. No está de más decir que Brigitte es desde ahora una heroína en la guerra de la inteligencia contra la estupidez. Esperemos que su sacrificio no sea en vano, que la batalla que ha emprendido nuestra Juana de Arco de la Razón la gane la inteligencia; algo que no está nada claro porque lo va a decidir un jurado popular.
Brigitte es una maestra jubilada. Su marido es el presidente de la República de Francia. No deja de ser relevante que esta batalla se emprenda en el país de la ilustración y el racionalismo. Se podría decir que Brigitte es la influencer de Macron, algo que todo el mundo sabe y él mismo no niega. Al fin y al cabo, Brigitte fue profesora de Emmanuel antes de ser su esposa. Pero el término influencer es casi un sarcasmo en este contexto. Es mejor decir que Brigitte es la mejor consejera del presidente. Por eso hablamos de la decisión de Brigitte, aunque sea Macron quien va a denunciar a la influencer estadounidense Candace Owens por decir que Brigitte es un hombre; y no cualquier hombre, sino su propio hermano, que arrebató la identidad de la verdadera Brigitte tras su prematura muerte. Parece un culebrón barato de sobremesa, pero en este mundo lleno de gente idiota dispuesta a creerse cualquier patraña que circule por Internet no hace falta ser muy original y creativo para escribir el guion que te hará millonario en las redes sociales. En todo caso, conviene alimentar alguna forma de odio, la pasión de moda. Teniendo en cuenta que también se dijo que eran hombres la esposa de Barack Obama, la de Pedro Sánchez y la expresidenta de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, parece ya evidente que uno de los síntomas de esta epidemia de estupidez es la transfobia (un odio que Owens ha probado muy rentable).
Igual que ocurriera con Álex Jones, el influencer multimillonario que dijo que los padres de las víctimas de un tiroteo en una escuela eran actores fingiendo el dolor por sus hijos asesinados, el “videopodcast” de Owens también – o sobre todo- es una teletienda en la que entre mentira y mentira se venden productos infames como una camiseta con una falsa portada del Time en la que Brigitte aparece como “Hombre del año” (agotadas las existencias). ¿Cómo te quedarías tú si supieras que hay gente forrándose diciendo mentiras sobre tu vida privada? Los Macron han decidido denunciar. Aunque para ello tengan que pasar por la humillación de aportar pruebas científicas de que Brigitte es una mujer. O sea, desnudarla literal y metafóricamente. Ahí está la diferencia. En el mundo de los inteligentes la carga de la prueba la lleva el que hace la acusación; mientras que en el de los necios es al revés (es la víctima de la mentira quien tiene que demostrar la verdad, y no ante un jurado sino ante una audiencia fanática). En el juicio se aportarán pruebas científicas, pero ya ni eso parece suficiente. El juicio se celebrará en un país cuyo presidente indultó a Alex Jones y acaba de decir públicamente que tomar paracetamol durante el embarazo aumenta el riesgo de autismo en el feto. Contra toda evidencia científica. Ese presidente es la mejor prueba de que nos está quedando un mundo en el que no siempre gana la inteligencia.
Noticias Relacionadas
No se han encontrado noticias relacionadas.
Artículos recientes



RECIBE NUESTRA NEWSLETTER
