La diferenciación es un reto, porque hoy en día nuestro dedito pasa por alto miles de cosas en un scroll despiadado. Tomamos decisiones importantes a golpe de click, mientras corremos a coger el autobús.
La creatividad es esa arma que consigue que te detengas y pienses. Es ese poder que hace que una marca aporte valor y trascienda a la siguiente década. Pero, ¿estamos poniendo toda la carne en el asador? ¿Basta con que los creativos pongan ideas en la mesa? Necesitamos el compromiso de todas las partes.
Dar respuesta a los problemas a los que se enfrentan hoy las compañías con soluciones estándar no es suficiente. Tenemos que elevar la mirada, ser consistentes esperando resultados a medio y no a corto plazo. Debemos entender que los test son una parte, pero no constituyen el todo, porque una cosa es entender lo que la gente necesita y otra, seguir el dictado de la masa. Y si no, observa los programas que revientan las audiencias y dime si esas masas pueden dar solución a todos los retos a los que nos enfrentamos.
Necesitamos en todas y cada una de las empresas de este país más valientes dispuestos a crear. Quizá seas tú uno de los nuestros. Haz la prueba, observa si cuando detectas un problema en tu compañía, piensas que es un riesgo o una oportunidad.