Estar preparado para el futuro requiere de saber jugar a largo plazo, invirtiendo de forma previa en aquello que realmente tiene sentido, pero también de tener la agilidad suficiente para adaptarse a la coyuntura, sabiendo leer bien en cada momento la oportunidad sin caer en el oportunismo.
Varias son las claves que podríamos destacar:
- Una decidida aceleración digital: que incremente la ex- periencia del usuario y le acerque el producto de forma omnicanal.
- Dotar a las marcas de un rol social coherente: marcas con contenido, que no suenen a hueco a un consumidor que busca más allá, evitando pecar de un story telling sin story doing.
- Entender el verdadero significado de la personalización: conocer a tu cliente y estar cuando él te necesita y como él quiere recibirte. Saber trabajar los datos es fundamental, un mal uso o abuso es contraproducente.
- Saber que tu consumidor ha “hackeado el funnel de con- versión”, no te obsesiones con modelos anticuados, entiende de verdad sus intenciones con herramientas apropiadas y de- tónalas con las soluciones de comunicación correctas.
- Liderar supone asumir una porción de riesgo: testar, aprender, optimizar.
Apostar exclusivamente por resultados a corto puede comprometer la sostenibilidad a largo plazo, levantemos la vista, creemos future-proven brands.