Estar preparado para el futuro requiere de saber jugar a largo plazo, invirtiendo de forma previa en aquello que realmente tiene sentido, pero también de tener la agilidad suficiente para adaptarse a la coyuntura, sabiendo leer bien en cada momento la oportunidad sin caer en el oportunismo.
Varias son las claves que podríamos destacar:
Apostar exclusivamente por resultados a corto puede comprometer la sostenibilidad a largo plazo, levantemos la vista, creemos future-proven brands.