No cabe duda de que la Ley de Inteligencia Artificial (IA) va a cambiar mucho la perspectiva de desarrolladores e implementadores de IA y, como no, de los propios usuarios. No hay que olvidar, por un lado, que es el primer marco jurídico que aborda los riesgos de la IA y ha posicionado como líder a nivel mundial a la Unión Europea al ser precursora de esta regulación. Y, por otro, la Ley ha intentado tener en cuenta que la IA es una tecnología en vertiginosa evolución, lo que provoca que cualquier norma pueda convertirse rápidamente en una norma obsoleta.
La Ley de IA va a tener impacto, tanto positivo como negativo, en distintas áreas: tecnológica, social, económica, etc. El principal impacto es el contar con una regulación de cómo se puede utilizar la IA en estas áreas, pero siempre velando por garantizar la seguridad y los derechos fundamentales de las personas.
Así, si nos centramos en actividades como la publicidad y el marketing, hay que considerar que sufrirán un impacto muy importante. Los profesionales del marketing y la publicidad tendrán que adaptarse a la nueva regulación para garantizar el cumplimiento y la ética en sus prácticas, ya que ello podría incluir requisitos de transparencia en el uso de algoritmos, protección de datos personales y regulación de la publicidad dirigida.
Es decir, la Ley de inteligencia artificial influirá en varios aspectos del marketing y la publicidad. Vamos a verlo a través de varios ejemplos:
En resumen, la Ley de IA en el ámbito del marketing y la publicidad, como en otros ámbitos, persigue garantizar que estas tecnologías se utilicen de manera ética, transparente y responsable, protegiendo los derechos y la privacidad de las personas.