Tendencias reales o modas pasajeras

Como planner estrategica, constantemente reflexiono sobre la relevancia de las tendencias que surgen en las plataformas digitales. LinkedIn, por ejemplo, se convierte en un río de reportes que intentan predecir el futuro. Pero, ¿qué tan relevantes son estas predicciones?

Plataformas como TikTok e Instagram han acelerado y redefinido lo que entendemos por “tendencia”. Los famosos trends nos hacen sentir que todo se mueve a una velocidad en modo x3, y subirse a ellos puede parecer un esfuerzo infructuoso. ¿Es esto realmente una tendencia o solo un fenómeno pasajero? ¿Cómo las marcas filtran aquello que deben voltear a mirar o aquello que deben ignorar?

Desde nuestro rol como estrategas, considero que una tendencia verdadera no es solo un hashtag que se difumina con el tiempo… Es un catalizador de cambio que transforma comportamientos y redefine culturas. Nuestro trabajo no es simplemente replicarlas, sino analizarlas, adaptarlas y cuestionar su relevancia en nuestro contexto.

Las tendencias reflejan las necesidades emergentes y las experiencias que las personas buscarán en el futuro. Nuestro reto está en identificar señales locales que puedan resonar globalmente y aportar valor real. Eventos como la inteligencia artificial o movimientos sociales como la sostenibilidad, la pandemia son ejemplos de tendencias con impacto duradero.

Son una oportunidad para anticiparnos y ofrecer estrategias significativas que no solo sean relevantes, sino también transformadoras, son además, sin duda algunas señales de cambio y estímulos para tener siempre el radar prendido. Porque desafortunadamente hoy en día, las tendencias han caído en su mismo juego, convirtiéndose en un trend total.