Mi relación con la inteligencia artificial es como la de una directora de orquesta con su batuta, buscando armonizar las capacidades tecnológicas con la creatividad humana para crear una sinfonía de innovación y excelencia. Por mi enfoque de trabajo, me considero una facilitadora, impulsando al equipo a obtener logros. Podríamos decir que me identifico con la 'Trinity' del mundo publicitario, explorando entre códigos y algoritmos para encontrar nuevas formas de hacer magia digital. Puede ser una aliada o un desafío y me comprometo a usarla de manera ética y responsable, aspirando a que respete la privacidad y la integridad. Mi experiencia ha sido un poco montaña rusa, pasando de la sorpresa inicial a la admiración cautelosa. Al principio, me intrigaba su potencial, y desde el comienzo tuve claro que el lanzamiento masivo de la IA generativa supondría un cambio de paradigma en el trabajo y la productividad. Me fascina cómo puede brindarnos nuevas perspectivas y desafiar nuestra creatividad en el proceso. En la agencia, la IA es como nuestra "R2-D2", un compañero confiable que nos ayuda a superar los desafíos digitales. Pero nunca olvidamos que somos las "Rebeldes", las responsables de dirigir la batalla y asegurarnos de que la fuerza esté siempre con nosotros.
En resumen, mi relación es una mezcla de respeto y curiosidad. La veo como una herramienta poderosa, pero también reconozco la importancia de su uso ético y responsable para potenciar nuestra creatividad y lograr resultados excepcionales en nuestra agencia. A través de esta colaboración, buscamos alcanzar nuevos niveles de innovación y eficiencia en cada proyecto.