Roman Digital, reputación y marca en clave digital
En junio de este 2025 Roman anunciaba la creación de Roman Digital nacida del cruce entre una necesidad del mercado y la apuesta de la consultora por llevar su modelo de consultoría al terreno digital, integrando creatividad, tecnología y datos. Tal como nos cuenta su Socio Director, Pablo Gallego, es la forma en que Roman garantiza que todo su expertise en reputación, comunicación corporativa, asuntos públicos y marca tenga una presencia sólida en el entorno digital.
Ctrl. ¿Qué supone Roman Digital dentro de la gran estructura empresarial que es Roman y qué papel juegas tú dentro de la misma?
Pablo Gallego, socio director de Roman Digital.- Roman Digital es la forma en que Roman garantiza que todo su expertise en reputación, comunicación corporativa, asuntos públicos y marca tenga una presencia sólida en el entorno digital.
No somos una “agencia digital” añadida a una consultora, sino una unidad integrada que trabaja desde el mismo modelo: entendiendo el negocio, los stakeholders y el contexto reputacional del cliente para activar contenidos, campañas y experiencias en los canales donde hoy se juega gran parte de esa reputación.
Como socio-director de Roman Digital, mi rol es doble: impulsar el negocio —equipo, procesos, servicios y alianzas tecnológicas—, y asegurar que lo digital no funcione como un silo, sino como capa transversal que refuerce el trabajo del resto de áreas de Roman, garantizando traducciones digitales coherentes, sólidas y medibles.
¿Ha sido esta apuesta una iniciativa propia, una necesidad que habéis detectado en vuestros clientes o una combinación de ambas?
Es una combinación muy clara. Roman Digital nace del cruce entre una necesidad del mercado y la apuesta de Roman por llevar su modelo de consultoría al terreno digital, integrando creatividad, tecnología y datos. Los clientes no piden solo servicios concretos, sino soluciones a problemas, y con Roman Digital nos estructuramos para dárselas. Como las conversaciones sobre marcas ocurren desde hace años en redes, foros y plataformas, era casi una obligación estratégica crear una unidad capaz de acompañar a los clientes de principio a fin, con un equipo multidisciplinar que combine creatividad, análisis, conocimiento de plataformas y capacidad de ejecución.
Ese posicionamiento creativo en un momento de máxima competencia, líneas difusas entre agencias y necesidades cambiantes… ¿qué nos puedes decir al respecto?
El contexto que describes es real: hoy competimos con agencias creativas, consultoras, boutiques digitales e incluso los propios equipos in-house de los clientes. Por eso, “ser creativo” ya no es suficiente; lo relevante es desde dónde eres creativo. Nuestro foco se basa en tres pilares: una creatividad con propósito, que no busca titulares o cases, sino que responde a retos concretos de negocio o reputación; una creatividad informada por datos, apoyada en cualquier fuente —desde conversaciones en redes hasta la voz de empleados o clientes— para afinar la intuición creativa, especialmente en sectores sensibles; y una creatividad que entiende el contexto político y social, fruto de nuestra experiencia en comunicación corporativa y asuntos públicos. Además, en Roman la capacidad creativa se amplifica porque, aunque cada concepto pasa por dirección creativa, cualquier perfil puede aportar ideas.
¿Con qué perfiles profesionales contáis en el equipo y cuáles anticipáis que podéis necesitar en los próximos meses?
Hoy Roman Digital es un equipo híbrido, y mantener esa mezcla es esencial. Contamos con estrategas digitales, content creators, especialistas en social media y community management con enfoque en atención al cliente, perfiles de paid media (social, programática y search), creativos como copys y directores de arte, expertos en SEO, profesionales de data & analytics orientados a reputación y marketing, especialistas en producto y experiencia digital (UX/UI, desarrollo web, landings) y perfiles de IA generativa. De cara a los próximos meses, identifico dos necesidades: perfiles híbridos de creatividad e IA, capaces de utilizar modelos generativos no solo para producir piezas, sino también para acelerar la exploración; y especialistas en automatización y CRM, ya que la automatización y personalización son también parte central de la estrategia de muchos clientes.
Si hablamos de digital, tenemos que preguntarte precisamente por la IA y el papel que juega y jugará dentro de Roman Digital.
Para nosotros, la IA no es un servicio independiente ni pasajero, sino una metodología de trabajo que estamos incorporando a todo nuestro flujo interno a la vez que ofrecemos soluciones de comunicación y marketing que se apoyan en ella. Su papel es triple: impulsa la productividad acelerando tareas más mecánicas, liberando horas de valor para dedicar a estrategia y creatividad; mejora la calidad y la consistencia gracias a modelos configurados con el tono y narrativa de cada cliente; y habilita nuevas capacidades antes inviables, desde análisis semánticos masivos hasta la generación de un spot. Todo ello con una prioridad absoluta: seguridad, privacidad y control del dato. Trabajamos con entornos de pago que evitan el uso de la información de nuestros clientes, empleamos servidores propios cuando desarrollamos herramientas para ellos y seguimos procesos de prompting rigurosos para que la IA sea siempre una aliada y no un riesgo.
¿De qué modo está transformando los procesos de trabajo y desarrollo de los proyectos de vuestros clientes?
La transformación es tangible: hoy la IA está presente en prácticamente todas las fases de un proyecto. En el diagnóstico, la utilizamos para clasificar y comprender grandes volúmenes de conversación en redes, medios y foros, identificar temas emergentes, mapear comunidades y entender cómo conectan con la marca o el sector. En la parte estratégica acelera benchmarks, análisis de posicionamiento y la construcción de territorios de marca o discurso, aumentando la velocidad y la profundidad del análisis sin reemplazar el criterio. En creatividad y contenidos nos permite generar borradores o matrices de contenido, además de producir piezas a gran escala explorando múltiples variaciones. En reporting y aprendizaje, desarrollamos herramientas que automatizan informes en tiempo real, lo que nos permite dedicar más tiempo para interpretar y decidir. Para los clientes, esto se traduce en proyectos más rápidos, medibles e iterativos, porque podemos interpretar y ajustar con mayor agilidad.
2026 se presenta como un año de desafíos. ¿Qué anticipas que puede ser determinante a la hora de implementar herramientas que puedan modificar aquello que hoy damos por sentado?
Creo que 2026 será el año en que pasemos de “probar herramientas de IA” a empezar a replantear procesos completos a su alrededor. Hay dos factores clave: la integración en el día a día, porque las herramientas que sobrevivirán no serán las más espectaculares, sino las que mejor encajen en los flujos de trabajo —y por eso estamos migrando hacia un único espacio que concentre todos los modelos de IA y evite la dispersión—, permitiendo que todo Roman trabaje en el mismo entorno. El segundo factor es el talento y la cultura: el salto ya no es tecnológico, sino cultural. Los equipos que vean la IA como aliada y redefinan roles y procesos tendrán una ventaja competitiva real. Todo lo que hoy damos por sentado —una campaña, un informe o la gestión de una crisis— va a replantearse, y nuestra responsabilidad como consultora es acompañar ese cambio sin perder de vista lo esencial: estrategia, criterio y ética.
Terminamos preguntándote por las dos platas logradas en los Premios AMPE. ¿Sensaciones y por qué es tan importante para vosotros haberlos ganado?
Para nosotros ha sido un hito muy especial, no solo por el premio, sino por lo que representa: el reconocimiento a nuestra apuesta por ofrecer servicios creativos a nuestros clientes. Participar junto a grandes agencias de publicidad, a las que admiramos y de donde muchas de las personas del equipo venimos, fue muy especial. Nos apasiona la creatividad y seguiremos trabajando para que comunicación y reputación se nutran de ella, porque bien aplicada es una de las herramientas más poderosas para consolidar una marca o mensaje. Estos premios demuestran que es posible hacer comunicación y marketing con profundidad estratégica, sensibilidad reputacional y un nivel creativo competitivo a escala nacional. Es la certeza de que vamos por el camino correcto: el de una agencia que entiende lo digital, domina la conversación y no teme jugar en la liga de las grandes ideas.
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