Sobre los "rebrandings" que desafían la resistencia al cambio

Àlex Gobern, Presidente de la Asociación de Diseño Gráfico y Comunicación Visual del FAD, apela a la sensación de pérdida de identidad que experimenta el público con los rebrandings: "Cambiar la identidad visual de una marca puede generar reacciones intensas porque las personas tendemos a desarrollar vínculos emocionales con ellas. Cuando se altera el diseño de una marca gráfica, algunos consumidores sienten que se pierde parte de la esencia que valoraban. Las tendencias minimalistas nos han llevado a un contexto de homogeneización y, en muchos casos, pérdida de personalidad, donde las marcas parecen menos únicas. Además, con las redes sociales, las críticas se amplifican rápidamente, convirtiendo un cambio poco popular en un problema viral. Si a eso se le suman los costes asociados al rebranding y la posibilidad de que no sea bien recibido, el riesgo aumenta. En muchos casos, la percepción de traición o pérdida de identidad daña la confianza del público, haciendo que el proceso de rediseño sea un desafío enorme para quienes están detrás del cambio.

Por su parte, Jaume Leis, Film and Design Director de Orson, incide en la irresistible tentación que sienten muchos de criticar los cambios: "Las marcas nos demuestran, polémica tras polémica, lo importantes que son para las personas generando odio por osar atreverse a evolucionar. Rebrandings donde sólo se busca actualizar la marca a nivel gráfico que acaban generando una gran controversia o decisiones rupturistas que implican una transformación profunda de la marca como el reciente caso de Jaguar. Creo que la absurda resistencia que tenemos al cambio combinada con el placer que sienten muchas personas dando su opinión, siendo contadas las veces que se da de forma constructiva o intentando analizar previamente en profundidad para no opinar por opinar, hacen que salten chispas cada vez que se "toca" una marca. Tan grande es el sentimiento de pertenencia que generan las marcas, que incluso llegan a indignar a personas que ni consideran adquirir la marca, o ¿acaso tenemos todos un Jaguar en el garaje?", 

Por último, Chema León, Executive Creative Director de Design Bridge and Partners, cree en el poder de los rebrandings para anticipar cambios en la sociedad: "Vivimos en un mundo donde las marcas son parte importante de la cultura que nos rodea y crean conexiones emocionales fuertes con la gente, por lo que cualquier rebranding es delicado, más teniendo en cuenta la viralidad y el impacto que tienen hoy en día las opiniones en redes sociales. Las marcas son como seres vivos que se adaptan y evolucionan para anticiparse a cambios culturales y sociodemográficos constantemente, pero por desgracia el diseño es una disciplina donde el consumidor se siente más cómodo a la hora de opinar y es más habitual que critique desde el gusto, la nostalgia o el miedo a lo desconocido, que desde el entendimiento del objetivo estratégico o de negocio que persigue cualquier compañía, normalmente confidencial, a la hora dar un paso tan importante con la marca. La mayoria de cambios de marca más controvertidos han sido valiosos con el paso del tiempo, por eso es importante explicar y dar los mensajes adecuados, bien segmentados por audiencias, a la hora de evolucionar".