El corto "Atrapados" denuncia la exclusión social
Inspirado en el icónico corto "La Cabina" (Antonio Mercero, 1972), "Atrapados" reinterpreta, desde una mirada actual, la metáfora de la incomunicación y la indiferencia para llamar la atención sobre una de las grandes heridas de nuestro tiempo: la exclusión social que sufren millones de personas en España.
¿Y si la exclusión social no fuera solo un dato, sino una experiencia angustiosa que nadie quiere ver? Esta es la pregunta que plantea "Atrapados", el cortometraje dirigido por Iñaki Mercero, en colaboración con Cáritas y con motivo de la presentación del IX Informe FOESSA sobre Exclusión y Desarrollo Social en España.
Según el IX Informe FOESSA sobre Exclusión y Desarrollo Social en España, uno de cada cinco españoles vive en situación de exclusión social, mientras que el 80% restante convive con esta realidad sin apenas ser consciente. "Atrapados" convierte esa estadística en un relato visual directo, incómodo, pero profundamente humano.
El proyecto nace con el objetivo claro de sacudir conciencias. En un momento en el que la narrativa audiovisual puede ser una herramienta de transformación social, este cortometraje busca llevar el debate más allá de los titulares, apelando a la empatía y la reflexión colectiva.
“Queríamos contar una historia que nos obligue a mirar de frente la realidad que casi siempre solemos ignorar. Como hizo mi padre hace más de 50 años con ‘La Cabina’, pero hoy con la exclusión social como telón de fondo”, explicaba Iñaki Mercero, director de Atrapados e hijo del cineasta Antonio Mercero. Con una trayectoria consolidada en televisión —con títulos como "Entrevías", "El Príncipe" y "El Tiempo entre Costuras"—, Mercero da un paso al frente en este corto, llevando el lenguaje cinematográfico a un terreno más íntimo y comprometido, sin perder la tensión narrativa y simbólica que caracterizó a la obra original.
Una sociedad atrapada
"Atrapados" se presenta como una pieza de impacto que invita a la reflexión, donde fusiona el legado cinematográfico con la urgencia social, movilizando a los medios, instituciones y ciudadanos a romper el silencio y mirar donde hasta ahora hemos preferido no mirar. La pieza es mucho más que un homenaje cinematográfico: es una llamada de atención colectiva. En tiempos donde la información abunda, pero la empatía escasea, este corto busca conectar con la conciencia social desde el lenguaje emocional del cine.
El IX Informe FOESSA revela una radiografía inquietante de la exclusión social. A lo largo de más 700 páginas de análisis, el estudio advierte sobre un proceso inédito de fragmentación social en España en el que la clase media se contrae desplazando a muchas familias hacia estratos inferiores. Tras dos décadas de crisis encadenadas, las fases de recuperación no han cerrado la brecha y han llevado a España a contar con una de las tasas de desigualdad más altas de Europa. La integración social se erosiona y la exclusión grave permanece muy por encima de los niveles de 2007.
En 2024, la exclusión severa se sitúa un 52% por encima de 2007, lo que arroja un saldo de 4,3 millones de personas. Los principales motores de la exclusión social son la vivienda y el empleo. La vivienda es el factor que está activamente reconfigurando la estructura social, expulsando a uno de cuatro hogares de una vida digna, y triturando el difícil equilibrio de las clases medias.
Los datos son claros. El 45% de la población que vive en régimen de alquiler se encuentra atrapada en situaciones de pobreza y exclusión social, la cifra más alta de la UE. El alquiler se ha convertido en una trampa de pobreza.
Aunque el empleo mejora macroeconómicamente, ha perdido gran parte de su capacidad protectora e integradora. La precariedad laboral se ha convertido en la nueva normalidad, afectando a casi la mitad (47,5%) de la población activa. Se trata de 11,5 millones de personas atrapadas en diversas formas de inseguridad laboral. De hecho, más de un tercio de la población excluida trabaja.
Pero si hay un factor que el informe señala como la herida más profunda es la fractura de la red de relaciones. Una red desigual, debilitada y, para muchos, rota, que empuja a las personas más vulnerables hacia el aislamiento. Donde los vínculos se tejen, la exclusión se vuelve reversible; donde se rompen, la dependencia se acelera.
Estos datos evidencian que la exclusión no solo persiste, sino que se intensifica y se hace estructural. Esta cronificación de la desigualdad pone en cuestión la cohesión social y exige un cambio de paradigma civilizatorio basado en el cuidado mutuo, la justicia y la responsabilidad compartida.
Fundación FOESSA: compromiso con la realidad
El IX Informe FOESSA sobre Exclusión y Desarrollo Social en España ha sido realizado por un equipo de 140 investigadores procedentes de 51 universidades, centros de investigación, fundaciones y entidades del Tercer Sector. La fuente principal de esta investigación ha sido la sexta Encuesta sobre Integración y Necesidades Sociales (EINSFOESSA), realizada en el primer semestre de 2024 a 12.289 hogares en todo el territorio. El EINSFOESSA es la mayor encuesta sobre integración y necesidades sociales que realiza una entidad privada en nuestro país.
La Fundación FOESSA (Fomento de Estudios Sociales y de Sociología Aplicada) es una institución privada sin ánimo de lucro fundada en 1965, con el impulso de Cáritas Española, para conocer de forma objetiva la situación social de España.
A través de sus informes, FOESSA ha sido pionera en afinar métodos de investigación empírica que permiten comprender mejor los procesos estructurales que provocan la exclusión social. Su trabajo es posible gracias a la colaboración de medio centenar de universidades, centros de investigación, organizaciones sociales y expertos independientes, con un objetivo claro: hacer visible lo invisible y promover un cambio social justo y sostenible.
Carmela Produce, productora especializada en branded content y que cuenta con Antonio Resines como socio, ha llevado la comunicación social a un nuevo nivel con la creación y producción del cortometraje que pone el foco en la exclusión social. En un sector como el cine, donde también se vive la precariedad laboral, la productora ha querido unir fuerzas para demostrar que el entretenimiento puede ser una poderosa herramienta de cambio y concienciación.
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