Atrevia presenta su propia agencia creativa

Atrevia, empresa global de comunicación y asuntos corporativos, anuncia el lanzamiento de su agencia creativa, La Luna de Atrevia, una iniciativa que nace con una doble intención: continuar potenciando la estrategia de crecimiento de la compañía en el mercado publicitario y seguir impulsando la creatividad como motor de desarrollo en todas sus disciplinas y áreas de negocio. Al frente de esta iniciativa están Isabel Lara, actual vicepresidenta de Atrevia y que asume además el rol de CEO para la agencia creativa, y Juan Sánchez, que continuará como director general creativo. La agencia cuenta además con cerca de 30 personas entre perfiles creativos, estratégicos, servicios al cliente y producción audiovisual. Capitaneando el departamento de Servicios al Cliente están Isabel Gil y Natalia Carrascosa, mientras que el departamento de Producción Audiovisual está dirigido por María Cancelo. Por su parte, Ana González lidera el área de estrategia.

Ctrl.- ¿Qué aportará la creación de La Luna a la oferta de servicios de Atrevia?

Juan Sánchez, director general creativo de La Luna de Atrevia.- Con La Luna de Atrevia la consultora redobla la apuesta por la creatividad. Atrevia ya inició hace unos años este camino. Yo me incorporé hace algo más de un año para impulsarlo y ahora lanzamos la agencia con la intención de competir con las mejores agencias creativas.

Creo que las cosas se han hecho bien, con calma. Durante el último año, la unidad de negocio dedicada a la creatividad ha ido creciendo orgánicamente de una forma natural. Hemos ido fortaleciendo departamentos como el creativo, el estratégico o el de cuentas y creando algunos nuevos como el departamento de Producción Audiovisual. Somos casi 30 personas en Madrid y Barcelona. La mayoría de ellas se han incorporado en el último año y vienen de agencias creativas.

Por eso, sentimos que es ahora cuando ha llegado el momento de lanzar la agencia creativa al mercado. Ahora tenemos el músculo, la estructura y el talento senior para competir en este mercado tan duro. No se trataba sólo de lanzar una marca, se trataba de lanzar una agencia. Es decir, estar seguros de poder responder con trabajo creativo de calidad y competitivo a las oportunidades que se nos presenten, que estoy seguro que serán muchas.

¿La propuesta de La Luna es trabajar para los clientes de Atrevía en campañas de comunicación integral o también hay planes para trabajar con otros clientes y competir en concursos como una agencia más?

El primer objetivo de La Luna de ATREVIA es seguir creciendo en el mercado de la creatividad publicitaria. Ya tenemos marcas para las que hacemos campañas puramente publicitarias y vamos a redoblar nuestro esfuerzo por crecer en este mercado y por competir en concursos como una agencia más. 

Pero también sabemos que, hoy en día, es absurdo dividir la comunicación de una marca en disciplinas que no se tocan. Atrevia es una enorme agencia de PPRR con decenas de clientes y La Luna de ATREVIA va a trabajar para aportarles el valor añadido de la creatividad en todas las disciplinas y en el lanzamiento de sus campañas globales. 

¿Este movimiento responde a una tendencia general de integración de agencias en modelos de negocio como consultoras o agencias de comunicación? ¿Estamos asistiendo a una redefinición del papel de las agencias y de su relación con los anunciantes?

No sé si es una tendencia general. Lo que sí sé es que es imparable, porque la creatividad y las buenas ideas son un valor diferencial para las marcas, en su publicidad o en cualquier otra disciplina en la que comuniquen.

Hace unos años los creativos sólo teníamos trabajo en agencias creativas, porque la creatividad estaba limitada al ámbito de la publicidad. Las consultoras y agencias de comunicación vieron hace años que la creatividad añade valor en todas sus áreas de negocio. El paso lógico ha sido el desembarco paulatino de muchos profesionales, no sólo creativos, procedentes de las agencias creativas. También han llegado planners, cuentas, producers, etc.

Me recuerda a la situación que se vivió hace ya bastantes años cuando profesionales procedentes de agencias puramente digitales se incorporaron a las agencias creativas tradicionales y las convirtieron en las mejores agencias digitales.