"El crecimiento sin valores no nos interesa"

Alberte Santos, cofundador y CEO de evercom, reflexiona sobre los desafíos que afrontan hoy las agencias en un ecosistema que exige más especialización, más compromiso y más visión estratégica. A punto de cumplir 30 años, evercom defiende el valor de la independencia en un mercado que tiende a la concentración y reivindica un modelo de consultora que se justifica por su capacidad para convertir la comunicación en el principal motor de impacto y crecimiento para las marcas.
Ctrl.- En un mercado cada vez más concentrado, ¿qué aporta ser una agencia independiente como evercom y qué impacto tiene en la relación con los clientes?
Alberte Santos, cofundador y CEO de evercom.- La independencia no es sólo una condición, es una forma de pensar y de actuar. Nos permite decidir sin intermediarios, priorizar lo que creemos importante y también arriesgar cuando toca hacerlo. Esa libertad nos obliga también a ser más ágiles, más cercanos, más exigentes con el valor que aportamos. El cliente lo nota. Trabajar con una agencia independiente es trabajar con un equipo que está comprometido con el resultado, pero también con el camino. Que se implica y que no delega el criterio.
evercom nació con un enfoque claro hacia la especialización sectorial. ¿Qué valor aporta este modelo hoy, casi 30 años después de su fundación?
La especialización sigue siendo uno de nuestros grandes activos. Nos permite llegar a cada conversación sabiendo lo que importa, lo que impacta y lo que mueve a cada sector. No hablamos de áreas de especialización aisladas, sino de equipos que viven las industrias que comunican. Y eso se nota: en la forma de plantear las estrategias, en la credibilidad con la que se ejecutan y en la calidad de los resultados. En este sector, saber de lo que hablas marca la diferencia.
La compañía ha experimentado un crecimiento sólido en el último año, superando los 10M de euros de facturación. ¿Qué lo ha hecho posible y cómo se protege la cultura interna en ese proceso?
El crecimiento no es un objetivo en sí mismo, es una consecuencia de un modelo por el que llevamos apostando mucho tiempo. Crecemos porque somos capaces de asumir proyectos más ambiciosos, porque el equipo está preparado para dar más y porque tenemos clientes que creen en nuestro modelo. Pero ese crecimiento tiene que sumar, no distorsionar. La cultura de una agencia es su núcleo, lo que le da sentido y coherencia. Cuidar esa cultura —y adaptarla sin desdibujarla— es clave para que el crecimiento sea sostenible y compartido.
Habláis de una comunicación que combina visión estratégica, creatividad y conocimiento del negocio. ¿Cómo se traduce esa fórmula en proyectos reales?
La estrategia sin capacidad de ejecución no sirve, la creatividad sin propósito se agota y el conocimiento del negocio sin narrativa no conecta con las personas. Cuando estas tres piezas encajan, el resultado es una comunicación que genera impacto real, que mueve audiencias y que contribuye a los objetivos del cliente. Ese es nuestro modelo: proyectos donde la forma y el fondo están al servicio del resultado. No vendemos campañas, construimos soluciones.
En un contexto marcado por cambios sociales, culturales y tecnológicos, ¿qué papel deben asumir las agencias en la construcción de marcas con impacto real?
El contexto ha cambiado y seguirá cambiando, pero lo que persiste es la necesidad de que las marcas actúen con coherencia y comuniquen con sentido. Las agencias tenemos la responsabilidad de ayudar a que eso ocurra. Nuestro papel no es amplificar cualquier mensaje, sino construir los que tengan un propósito claro, que respondan a una realidad, que sumen a la conversación social en lugar de ocupar espacio por inercia. La comunicación no puede ser ajena al tiempo que vivimos.
La confianza del cliente es uno de los grandes diferenciales de evercom. ¿Cómo se gana —y se mantiene— esa confianza desde el primer contacto?
La confianza no se pide, se construye. Con trabajo, con resultados y con honestidad. Cada cliente nuevo es una oportunidad para demostrar que entendemos su negocio, que estamos a la altura de sus exigencias y que no vamos a escatimar en compromiso. Pero la confianza también se cultiva con el tiempo. Algunos de nuestros clientes llevan con nosotros décadas, y eso sólo es posible si detrás hay una relación basada en la transparencia, en el respeto mutuo y en un objetivo compartido.
La consultora está en plena transición hacia un nuevo plan trienal. ¿Cuáles serán los ejes estratégicos que marcarán esta nueva etapa?
Queremos seguir creciendo, pero no a cualquier precio. Nuestro foco está en tres líneas cla- ve: reforzar el talento, consolidar nuestras capacidades digitales y ampliar las áreas de especialización sin perder agilidad. Este nuevo ciclo no es un punto de ruptura, sino una evolución natural de lo que somos.
Tras casi tres décadas de trayectoria, ¿qué ha cambiado en el sector y qué no debería cambiar nunca?
Ha cambiado la velocidad, los formatos, los canales. Han cambiado las reglas del juego, pero no lo esencial: que la comunicación es una herramienta poderosa y que sólo tiene sentido si se usa con responsabilidad. Las agencias no podemos olvidar que nuestro trabajo tiene impacto, que moldea percepciones, que influye en decisiones. Eso nos obliga a actuar con criterio, con rigor y con conciencia. Lo demás —la tecnología, las modas, las métricas— es transitorio.
¿Qué titular te gustaría que evercom protagonizase en los próximos años?
Me gustaría leer un titular que dijera: “evercom, el éxito de las personas”. Porque si algo resume nuestra forma de crecer, de trabajar y de mirar al futuro es esa idea: poner a las personas en el centro, dentro y fuera de la agencia. Ser reconocidos por nuestra profesionalidad, por nuestra capacidad de transformación, pero también por nuestra honestidad. El crecimiento sin valores no nos interesa. Queremos ser una agencia que, cuanto más crece, más claro tiene quién quiere ser
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