Ahora que parece que se empieza a ver una pequeña luz al final del túnel no hay manera de escaparse de una pregunta que quien más quien menos se ha hecho en los últimos meses: ¿Volvemos? Pero ¿sí?, ¿cómo antes?, ¿todos?, ¿a ratos?, ¿según se vea?
Bienvenidos a La Semana en Dos Minutos, el audioresumen de la revista Ctrl ControlPublicidad.
Estamos en la semana de las fiestas del Orgullo, que este año coincide con el 20 aniversario de la aprobación del matrimonio igualitario en España, ese que algunos decían que iba a acabar con las familias y prácticamente con la civilización occidental. Pues bien, han pasado dos décadas ya, y lo que amenaza a las familias son problemas como el coste de la vivienda, no que la gente tenga derecho a casarse con quien quiera.
Si eres de los que piensan que la conquista de derechos es irreversible, te recomendamos que leas el informe que ha publicado LLYC con motivo de su campaña “Signs of Pride”. En los últimos tres años, más de 90 reformas legales en distintos países han recortado derechos esenciales para la comunidad LGTBIQ+ revirtiendo avances que se creyeron consolidados. O sea, que de irreversible nada y hay que mantenerse alerta por lo que pueda pasar en el futuro. Si quieres un ejemplo de que hay gente que tiene una agenda política para volver al pasado, ahí tienes la campaña que ha aparecido este mes en el metro de Madrid en la estación de Chueca, con un mensaje no explícito, pero si velado, que asocian la promiscuidad y la soledad no deseada con la homosexualidad. Está firmado por la Asociación de Familias Numerosas de Madrid, que hace 20 años ya podemos imaginar en qué tipo de manifestaciones estaban.
Por cosas como estas, la campaña de LLYC ha decidido recuperar las pancartas que se utilizaron en las primeras marchas de defensa del colectivo y ha habilitado una web para conocer las historias de quienes las portaron. Te la recomendamos.
Como ocurre todos los años, se ha reavivado el debate sobre la mercantilización del Orgullo. Muchas marcas se han sumado a la celebración, algunas con campañas muy creativas que dan visibilidad y notoriedad a la causa, pero se discute si esto es un compromiso sostenido y responsable, o si se están subiendo a la ola para aprovechar su inercia en beneficio propio. Por eso se celebra el orgullo crítico una semana antes del gran desfile; y por eso hay que volver a recordar que no hay mejor propósito de marca que vender un producto que se fabrica respetando criterios de sostenibilidad y diversidad. Si además lo comunicas con una publicidad responsable tanto en la ejecución como en la planificación, ya estarás haciendo mucho.
Lo demás, puede ser 'rainbowashing', y ya tenemos demasiados lavados de cara en el mundo del marketing como para sumar uno más.
Si además quieres hacer un mundo mejor con tu creatividad, puedes hacer publicidad probono para una ONG o sumarte a iniciativas como Clean Creatives, que ha presentado esta semana en Madrid su capítulo español y portugués. Es un movimiento que propone una especie de objeción de conciencia para creativos y creativas que no quieran trabajar para marcas como los productores de combustibles fósiles o de 'fast fashion', por ejemplo. Profesionales y agencias están invitados a sumarse a esta iniciativa, que ya funciona en otros países y ha hecho algo de ruido en el pasado festival de CannesLions. Puedes consultar más en la web cleancreatives.org.
La semana que viene, más noticias.
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