Medio especializado en marketing, publicidad y comunicación
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Según la Encuesta Nacional de Alimentación en la Población Infantil y Adolescente, los niños no consumen las cinco raciones recomendadas de frutas y verduras al día por la OMS, lo que aumenta el riesgo de desarrollar problemas cardiovasculares, obesidad o diabetes. Solo el 13% lo hace y eso nos convierte en el país de Europa con el índice más bajo. Con el objetivo de luchar contra esta tendencia se nos ocurrió una idea. ¿Qué podía hacer una marca de manzanas para divulgar hábitos de consumo más saludables y llegar a todos los niños de España? La solución estaba a la vuelta de la esquina de todos nosotros: Clases en la frutería. Convertimos cientos de fruterías de toda España en centros educativos y, a los fruteros, en profesores. Lanzamos nuestra iniciativa a través de un gran evento en el mercado de Ibiza en Madrid, y utilizamos los mercas para llegar a muchos más fruteros.
A través del juego, que es una herramienta fundamental en el aprendizaje de los niños, creamos los materiales y actividades necesarias junto con educadores y expertos nutricionistas como el chef Juan Llorca para que sus clases fueran muy divertidas. Cuentos, carteles, delantales, juegos de mesa, blocs de dibujo, incluso creamos unos personajes con una ilustradora para enseñarnos los hábitos más saludables.
Hemos amplificado la iniciativa en redes para que los padres sepan más sobre las clases y puedan acudir a las fruterías con sus hijos o para que puedan descargarse materiales de juego y hacerlo desde sus propias casas.
Aparte de los fruteros a los que se llega a través de las mercas, la idea tuvo tanto éxito que rápidamente empezamos a recibir mensajes de fruteros que querían apuntarse. Al final, para ellos significa estar más cerca de sus consumidores y ofrecer un valor añadido ayudando a los padres a fomentar los hábitos de nutrición saludables. Y por supuesto, la prensa también se hizo eco de la noticia en los principales medios.
Val Venosta se compromete así de la mano de Clase en la Frutería en mejorar la alimentación de los niños al mismo tiempo que ayuda a los fruteros a darse a conocer en el barrio y estrechar la relación con sus clientes. Así, mientras ayudamos a la sociedad, los fruteros tienen la oportunidad de hacer promoción, aumentar sus ventas y fidelizar sus clientes.
Al final, unos resultados muy saludables y deliciosos (que siguen sumando):
