Cada año billones de colillas terminan en el mar, arrastradas por el viento, la lluvia, los ríos y las tuberías, después de haber sido arrojadas a la calles de nuestras ciudades sin ningún miramiento. Con el fin de despertar conciencias sobre este serio problema medioambiental, la ONG Sea Shepherd ha lanzado una campaña social que denuncia la muerte de la animales marinos como consecuencia de los restos de cigarros que llegan a su hábitat natural.
Las piezas gráficas que dan forma a la campaña echan mano de una imagen metafórica para reflejar el cataclismo ecológico que muchos no quieren ver: una marea que parece un derrame de petróleo, pero cuyos colores (blanco y amarillo) hacen alusión a los de los cigarrillos.