La agencia McCann Health ha tenido una bonita ocurrencia para ilustrar la idea de que la adicción a los opioides es una enfermedad cerebral crónica y no una debilidad moral. Nos estamos refiriendo al enorme cerebro, fabricado con 9.000 flores rosas de papel, que la agencia ha instalado el Parque Bryant de Nueva York para dar visibilidad a la lucha de la ONG Shattersproof contra las adicciones a los opiáceos y el estigma social que sufren sus víctimas.
Desde el pasado martes, unas 200 amapolas negras se han ido adhiriendo a la florida instalación para representar los cambios químicos que experimenta el cerebro con el consumo abusivo de opioides. A continuación, se ha instado a los visitantes a retirar las amapolas para aludir a la capacidad de sanación del cerebro una vez que se logra vencer a la adicción.