Cointreau relanza Cointreau Noir: licor de naranja con coñac

Más que un licor, Cointreau Noir es un testimonio de la artesanía y el legado de dos veneradas maisons: Cointreau y Rémy Martin. Además, la botella pretende evocar la elegancia de la perfumería femenina.
Cointreau se reinventa con el relanzamiento de la nueva botella de Cointreau Noir: una bebida que surge de la combinación del licor de naranja Cointreau con coñac Rémy Martin para rendir homenaje a la creación original de Le Majestic, una receta legendaria de los felices años 20.
Cointreau Noir mezcla un 79% de Cointreau L’Unique con un 21% de Rémy Martin Cognac Fine Champagne. Sus aromas reproducen una melodía de ralladura de cítricos, roble y vainilla, lo que lleva al paladar intensas notas de naranja, miel y caramelo. El resultado es un licor opulento que revela una composición armoniosa con un toque especiado y que se disfruta mejor solo, ya que ofrece una experiencia elegante para los entusiastas de los licores oscuros. Además, respecto a las versiones anteriores, se han eliminado las nueces y las almendras en la nueva receta.
Una botella única a la altura de la combinación de los destilados
La icónica botella de Cointreau, una obra maestra del arte vidriero, ha sido el recipiente elegido para Cointreau Noir para evocar la elegancia de la perfumería femenina. La botella presenta un vidrio transparente que pone el licor dorado en el centro del escenario, y su etiqueta muestra tanto la naranja como las uvas, como un guiño al excepcional terroir de las dos maisons.
“Mezclar los mundos de nuestras marcas fue una experiencia fabulosa. Disfruté mucho trabajando para obtener el equilibrio perfecto entre la complejidad aromática de Cointreau y la riqueza del coñac Rémy Martin”, comenta Carole Quinton de su trabajo en Cointreau.
“Ha sido un viaje muy emocionante colaborar con Carole y elaborar esta nueva y exquisita mezcla. El resultado es una sinfonía de sabores, que combina la herencia de la artesanía del coñac y el añejamiento con el carácter audaz de la naranja, un espíritu que no sólo honra el pasado, sino que también allana el camino para una nueva era de indulgencia refinada”, afirma Baptiste Loiseau.
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