Desigual culmina su "rebranding" con un desfile

Desigual celebra sus 40 años de historia y la culminación de su rebranding y reposicionamiento estratégico con un desfile en el puerto de Barcelona, ciudad natal de la marca y donde se encuentra su sede. Además de presentar la colección primavera-verano 2025, el espectáculo "Reflections" era un ejercicio de reflexión sobre el pasado, presente y futuro de la compañía y un viaje a través de la creatividad, la innovación y la alegría que la ha caracterizado desde su creación en 1984. Hubo más de 350 asistentes entre celebridades, prensa internacional, influencers y personalidades destacadas del mundo de la moda y la sociedad barcelonesa.

Thomas Meyer fundador y presidente de Desigual explicaba: “Lo que nos hace únicos como marca es el espíritu inconformista y de transformación continuo que hemos conseguido mantener a lo largo de todos estos años. Estamos en uno de los momentos más importantes para nuestra compañía, hemos construido un nuevo Desigual gracias al esfuerzo de todas y cada una de las personas que forman parte de este gran equipo”.

Un desfile-espectáculo

La pasarela, con más de 100 metros de longitud, presentó espejos alineados uno tras otro, replicando la puesta de sol sobre la costa de Barcelona como telón de fondo y haciendo alusión al reflejo del pasado, presente y futuro de la marca. El diseño del escenario estuvo supervisado por el estudio creativo parisino Matière Noire, mientras que John Talabot dio vida a la banda sonora del desfile.

La colección SS25 revisita las raíces mediterráneas y archivos de la marca, centrándose en el estilo, la innovación y la versatilidad. Las supermodelos Amelia Gray, Modelo del Año 2024 de Daily Front Row, y Hari Nef, el rostro de otras campañas de Desigual y reconocida actriz de Hollywood y activista, recorrieron la pasarela con looks inspirados en el Mar Mediterráneo y puestas de sol veraniegas, estilizados bajo la dirección creativa de Helena Tejedor.

Después de que concluyera el desfile, el evento continuó con una fiesta en el rooftop de las oficinas centrales de Desigual, con vistas sobre la playa de Barceloneta, y una exclusiva lista de invitados. El desfile de moda se compartió en las redes sociales y website de Desigual, y estuvo abierto al público, a través de una pantalla gigante instalada delante de las oficinas de la marca junto a la playa de la Barceloneta.