El Club de Creativos propone una actitud positiva frente a la IA

No podía faltar el tema de la Inteligencia Artificial en el encuentro anual de creatividad publicitaria organizado por el Club de Creativos como prólogo a la gala de entrega de los premios nacionales de creatividad que se celebrará esta noche en San Sebastián. Consecuentes con el lema central de esta edición, resumido en la palabra “actitud”, decidieron abordar el asunto con positividad y optimismo. Lo resumió Borgström en una línea: “la IA generativa son superpoderes para el creativo”, para luego hacer un repaso por todo lo que ahora se puede hacer desde la mesa y el ordenador de cualquier profesional, o incluso aficionado, a la publicidad o a cualquier otra actividad más o menos artística. Los ponentes comentaron que si hay miedo a la IA generativa no es a ser reemplazado por una máquina, sino precisamente a esos nuevos superpoderes que, entre otras cosas, acabarán con muchas excusas para “no hacer”. Sin que se refirieran a ello explícitamente quedaba en el ambiente la idea planteada por algunos de los participantes en la mesa de debate organizada por Ctrl Publicidad para su Anuario 2023: Es decir, la posibilidad inquietante de que la IA generativa signifique el estallido de una burbuja creativa; o lo que es lo mismo, que al encenderse la luz de la discoteca se pueda ver quién es de verdad creativo y quien no. Entre las muchas ventajas que Borgtröm y Fara comentaron sobre estos nuevos softwares hay una que les parecía particularmente útil, y es la posibilidad de ensayar en tiempo real miles de opciones, sin tener que esperar a largos y costosos procesos de ejecución. Decir adiós al render y todos sus derivados significa tener más tiempo para pensar y eso deja al creativo o creativa sin excusas para la procrastinación tecnológica, una ventaja que también supone, en opinión de los ponentes, la reducción de los ciclos de obsolescencia de las ideas. Todo es tan rápido de ejecutar que se queda anticuado mucho más pronto, otra característica de este nuevo tiempo a la que tendremos que acostumbrarnos y que afecta también a la manera en que los nuevos espectadores consumen los contenidos -los prefieren más breves, servidos más rápidamente y probablemente más superficiales-, todo lo cual eleva inevitablemente la necesidad de generar más contenidos, y por tanto la necesidad de recurrir a la IA generativa en un círculo que todavía no sabemos si es vicioso o virtuoso. No obstante, ambos ponentes, que a pesar de sus brillantes carreras son inmigrantes no nativos en el mundo de la IA comentaron que este es el mejor tiempo posible para crear porque ahora “todo el mundo puede hacer todo", y expresaron la envidia que tienen de las nuevas generaciones por empezar a trabajar en estas circunstancias. Es notable la cantidad de jóvenes profesionales que ha venido este año a Donosti, para muchos este debe ser su primer CdeC. Esto supone que muchos de los que estaban escuchando a estos veteranos creativos alabar las posibilidades abiertas por la IAG pertenecían, por tanto, a esas generaciones supuestamente envidiadas. 

Seguro que no pocos de ellos hubieran preferido salir al mundo laboral en un entorno menos competitivo como el que disfrutaron los ponentes, y en ese sentido la envidia generacional sería recíproca. Pero ese choque entre generaciones no se planteó en ningún momento de la ponencia. Entre otras cosas, hubiera sido una falta de actitud.