Ahora Netflix también es deporte

A más de uno probablemente le pilló por sorpresa el anuncio del “Slam de Netflix”. La famosa plataforma ofrecía en exclusiva un 'tête-a-tête' entre dos tenistas del calibre de Rafa Nadal y Carlos Alcaraz; un enfrentamiento en toda regla entre dos generaciones que simbolizan, a día de hoy, el tenis más clásico y el más emergente, y que garantizan espectáculo. El partido, lógicamente, era de exhibición y se retransmitía desde el MGM Grand Garden Arena en Las Vegas, pero a pesar de su carácter de puro entretenimiento, dejó a todos los asistentes y televidentes altamente satisfechos. Tres sets con un espectacular tie break final que finalmente se llevó Alcaraz. Eso sí, en el reparto de la espectacular “bolsa” de premios que alcanzó los 2,5 millones de euros, el veterano Nadal salió ganando con 1,5. Alcaraz se fue a casa con el resto. Nada mal para las dos horas que duró el encuentro.

Un líder que va a por todas

A finales de enero de este 2024 Netflix proclamaba su euforia a los cuatro vientos cuando anunciaba los resultados del último trimestre de 2023 donde sumaba a su plataforma 13,1 millones de nuevos abonados a nivel mundial. La cifra superaba en mucho los nueve que habían pronosticado y se afianzaba en el sector con 260 millones de suscriptores. Su oferta con publicidad les da hado un nuevo empujón y ha atraído a un nuevo segmento de consumidores que consideraban la oferta inicial, sin anuncios, demasiado cara. De ahí que, a su oferta masiva de películas, series y documentales (nadie produce más que Netflix, eso parece claro), han decidido dar un paso más y probar con los eventos deportivos en directo. Hasta este momento, habían sido muy activos en la producción de documentales de esa índole y, de hecho, en su amplísimo catálogo se pueden encontrar muchos y de gran calidad. Los hay de todos los deportes: baloncesto, fútbol, golf, automovilismo, lucha libre, etc… la lista es interminable. Incluso tienen uno titulado “Untold” ("Al descubierto" en castellano) donde tratan temas más o menos escabrosos de diferentes disciplinas y que, desde estas líneas recomendamos encarecidamente.

Esto ya no hay quien lo pare

Al parecer, la decisión que ha tomado el comité de dirección es seguir apostando por este “vertical” al que imaginamos le ven un enorme potencial. De hecho, a principios de este año saltaba la noticia del acuerdo cerrado con la WWE (World Wrestling Entertainment), la empresa que gestiona los combates de lucha libre en Estados Unidos, por medio del cual su programa semanal insignia, conocido por el nombre de “Raw”, comenzará a retransmitirse a partir de enero de 2025 en exclusiva desde su plataforma. Se trata de un acuerdo de 500 millones al año durante 10 años.

Asimismo, el 20 de julio de este año en el estadio de los Dallas Cowboys de la NFL, con capacidad para 80.000 espectadores, el veterano Mike Tyson volverá a subirse al ring para enfrentarse a Jake Paul en un combate en exclusiva que solo podrá verse o bien en directo, o través de la plataforma. Visto lo visto, lo que ocurra a partir de este momento con Netflix y el deporte en directo es difícil de predecir.

Es cierto que los derechos de competiciones como pueden ser la NBA, la NFL, la MLB o la Champions League en Europa han alcanzado unas cifras que difícilmente puede asumir una plataforma por si sola, por mucho que siga captando suscriptores. Pero es igualmente cierto que con la diversificación de competiciones que se están dando con la irrupción de los petrodólares de Arabia Saudí (el torneo de golf alternativo al ya establecido es un claro ejemplo) nadie debería descartar ligas paralelas que puedan nutrirse de otro perfil de deportistas. A día de hoy, la apuesta de Netflix parece más encaminada al deporte como espectáculo que como competición, pero viendo los antecedentes y de donde viene y a donde ha llegado, creo que nadie se atreverá a ponerles techo.