Medio especializado en marketing, publicidad y comunicación
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El marketing - y su principal brazo armado, la publicidad - son extraordinariamente sensibles a las tendencias, y fanáticamente rápidos en su adopción, pero también en su rechazo y abandono. Sus movimientos son claramente pendulares.
Un caso ilustrativo a más no poder es el de Meta, antes Facebook. Hace 4 o 5 meses el Metaverso - que ya llevaba unos añitos de historia y trayectoria, pero que Zuckerberg se encargó de apropiarselo sin empacho - acaparaba un % desproporcionado de las noticias del mundo del marketing y la comunicación, tomando el relevo de otros vástagos de un macromovimiento/ecosistema - la denominada web3 - que comprende NFTs, Crypto, Smart Contrats, DeFi y otras hierbas.
En cuestión de semanas todos ellos prácticamente han desaparecido del panorama informativo, siendo sustituidos por el tsunami de la IA y sus vástagos - ChatGPT, Wall-E, Midjourney, Stable Difussion, por citar unos cuantos, los más conocidos, pero hay miles más en este extenso y complejo universo de la IA.
Pero me estoy yendo por las ramas. El tema que quería tocar es que el “propósito” de las marcas está perdiendo sexiness a pasos agigantados, y está siendo abandonada como un juguete roto, sobre todo, y como parece lógico, por las marcas que nunca terminaron de creérselo. Las marcas que nacieron con él o que se ligaron a un propósito más allá del propio desarrollo de productos y servicios, su espacio natural, hace 20, 30 o 50 años, siguen, por supuesto, ligadas a él.
Paco González lo ha tratado en detalle en su colaboración "Velocidad y Tocino", le perdono haberme birlado el nombre de "Propósito y Despropósito".
En mi opinión, a la Inteligencia Artificial le quedan dos telediarios como protagonista absoluta de la actualidad informativa en el mundo del marketing y la publicidad - y perderá su sexiness como le ha pasado al propósito. Mi pregunta - tengo varios candidatos pero están bastante empatados entre ellos - es cuál será el próximo “shinny toy” del mundo del marketing y la publicidad.
Se admiten apuestas.
