Antes, los Mad Men gobernaban la publicidad. Ahora han sido bastante eclipsados por los Math Men: los ingenieros y científicos expertos en big data, cuya competencia son las máquinas, los algoritmos, la automatización, los datos y la inteligencia artificial.
El rol del publicista ha cambiado radicalmente, ya que las habilidades creativas y el poder de contar historias ya no son suficientes para tener éxito en el marketing. Décadas atrás, las estrategias de marketing eran resultado más de la intuición que de la información y ahora la ciencia del marketing basada en datos es el nuevo estándar de la industria.
Considero que la habilidad más grande que debemos tener los publicistas es la capacidad de innovar y reinventarnos constantemente y hacer esto siempre de la mano de la creatividad. La nueva forma de vida totalmente automatizada no debe impedir que pongamos siempre la creatividad por encima de todo.
La creatividad es nuestro motor de cambio y de transformación, nos permite abrir la mente para detectar problemas y ofrecer múltiples soluciones y para descubrir oportunidades y tomar decisiones acertadas. Nos hace pensar, sentir y hacer cosas de forma diferente. La creatividad es y será una ventaja competitiva de las empresas a largo plazo.
Y ahora: ¿qué nos espera a los publicistas con el metaverso?
¡Ya nos estamos volviendo a reinventar!