Esto no es normal

En España la edad media con la que niños y niñas tienen su primer smartphone oscila entre los 10 y los 12 años. Esta semana ha sido noticia un grupo de WhatsApp que sacudía los cimientos de una ley no escrita por la que un niño o niña recibe un smartphone al empezar el bachiller. ¿Por qué? Esto preguntaban en una encuesta elaborada por la coordinadora de afas del distrito de Gràcia en Barcelona. En ella los padres y madres reconocían que el principal motivo es la presión social. Que sus hijos no sientan que son los “únicos que”. Que no se sientan excluidos. Que se ajusten a lo normal. Pero lo normal muchas veces no es normal.

Porque no es normal que, según el Proyecto Autoestima de Dove, el 23% de los jóvenes de entre 10 y 17 años no se vean bien sin editar sus imágenes. No es normal que el 69% de las niñas oculten alguna parte de su cuerpo cuando se hacen una foto para sus redes sociales. No es normal que el 20% de los jóvenes se sientan decepcionados por no tener el mismo aspecto en la vida real que en las redes sociales. No es normal que 4 de cada 10 adolescentes hayan sufrido alguna forma de ciberacoso según un estudio de la UNIR.

Y no es normal que haya tenido que ser un grupo de padres y madres quienes hayan abierto este melón mientras gobierno, instituciones y todos nosotros, conocedores del problema, hayamos estado mirando hacia otro lado todo este tiempo. Porque lo que está pasando con la salud mental de los adolescentes no es normal, quizás la cuestión de cuándo dar acceso a un smartphone a un niño o niña pase simplemente por replantearnos qué es y qué no es lo normal.