Rise and fall and rise again
"Hace años que cambié de sector, pero nunca me he desconectado de la industria musical y me alegra ver que hoy en día, la tecnología sea sinónimo de creatividad, oportunidad, crecimiento y relevancia".
Recuerdo con mucho cariño mi primer trabajo. A principios del año dos mil, trabajé durante varios años en el departamento de comunicación y marketing de una multinacional de la industria musical. Un sueño hecho realidad para un chaval fanático del rock. Inacabables jornadas recorriendo el país acompañando artistas a entrevistas en la radio, actuaciones en la tele, conciertos y firmas de discos era el día a día en un sector que vivía el cambio de siglo bajo una gran amenaza: la tecnología. Una palabra, que en esa época era sinónimo de piratería, destrucción de empleo, pérdidas económicas, fusiones y campañas para hacer sentir culpable al consumidor.
Hace años que cambié de sector, pero nunca me he desconectado de la industria musical y me alegra ver que hoy en día, la tecnología sea sinónimo de creatividad, oportunidad, crecimiento y relevancia. Veinte años después, la música en España factura casi 1.000 millones de euros al año, organiza más de 800 festivales al año que congregan a miles de personas y atraen el patrocinio de todo tipo de marcas.
Veinte años después, Tik Tok ha sustituido a la radiofórmula como la vía más rápida al éxito y la empresa en la que trabajaba ha convertido su oficina central en un espacio en el que trabajar, grabar, ensayar, estudiar un postgrado o asistir a un concierto.
Cuidar el talento, romper la inercia, potenciar la creatividad, invertir en tecnología y no tener miedo al cambio son learnings válidos para el nuestro y para cualquier otro sector.