Es personal... Chiqui Palomares, Director creativo ejecutivo de Manifiesto

Tu manía creativa

Quito pelos de los abrigos a desconocidos en el metro. Cierro puertas de armarios porque no soporto que estén abiertas. Enderezo cuadros y los vuelvo a enderezar. En las fotos de la gente, hago 'zoom' para leer los títulos de los libros de la estantería que está al fondo. El papel higiénico, para afuera.

Pongo la coma del vocativo siempre. En mis textos y en los de otros. Si el Madrid juega "Shempions", escribo en BlueSky que las mocitas madrileñas van alegres y risueñas. Lo primero que hago al llegar a una ciudad es buscar adoquines y puertas que fotografiar. Pero el caso es que, para pensar, no tengo manías. No sufro síndrome del papel en blanco. Cualquier sitio me parece bien. No tengo lápiz favorito.

Bueno, puede ser un ritual respetar los 'deadlines'. (La mejor de las musas).

Tu decisión profesional importante

Me encanta este viejo chiste: Un creativo muere. San Pedro le permite elegir entre el Infierno y el Cielo de los creativos. Lo lleva al Infierno: una sala llena de agobiadísimos creativos encadenados a sus mesas. Unos demonios les dan latigazos aullando: “¡Esto es para ayer! ¡Más opciones! ¡El logo más grande!”
El creativo, espantado, pide a San Pedro ver el Cielo. San Pedro accede: es una sala llena de creativos encadenados. Unos demonios les dan latigazos vociferando: “¡Esta campaña es urgente! ¡Más opciones! ¡El logo más grande!”
—¡Pero esto es igual que el Infierno! —protesta el creativo.
—No, no, qué va —contesta San Pedro—. Aquí, a veces, el trabajo sale.
¿Decisión profesional más valiente? Ser creativo y no hacer caso a mi madre, que quería que fuera médico, sin duda influenciada por mi pésima caligrafía. Pero estoy contento porque, a veces, el trabajo sale.